Hola Amigos, buen día. Durante la sesión del martes, en horario a confirmar, el Parlamento británico votará por sí o por no a la propuesta de la líder local, Theresa May, sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
El proceso, que estuvo teñido de impresentables episodios, de reuniones inútiles en Bruselas y en cuanto punto de Europa se pudiera imaginar, dirigido por políticos aún más impresentables, que solo han mirado su ombligo y están arrastrando al suicidio en masa a una sociedad que mira casi con indiferencia lo que sucede, está terminando con el mismo grado de sinsentido con el que se inició.
La libra Esterlina es una de las víctimas más visibles. De cotizar cómodamente por encima de 1.5000 durante muchos años, de pronto se ve devaluada, vapuleada, volátil como nunca, y a punto de entrar en un colapso más que previsible si la votación de la fecha fuera negativa. Y si fuera positiva, implicaría no una eliminación de este proceso, sino una salida que algunos gustan decir ordenada, y que en lenguaje coloquial implica que nada cambie, salvo algunos detalles que ni siquiera vienen al caso. O sea, un Brexit a la medida de quienes lo proponen.
Las últimas horas del lunes fueron testigo de un rally de la libra, impulsado por un postrero optimismo derivado de declaraciones de múltiples funcionarios que hablan de reuniones cumbre, de acuerdos de último minuto, de una salida ordenada…
En un mundo al que le sobran líderes populistas y con poder formal pero sin autoridad moral, solo esto quedaba: que una de las principales potencias genere otro descalabro financiero. Para muestra, se puede decir que el rally de la libra del lunes fue seguido por un alza del euro de menor cuantía, y de una caída del yen y del oro; un movimiento de manual, que podría revertirse y producirse en dirección opuesta si la votación elige el más malo de los caminos.
Los informes de todos los días, los que marcan tendencia, poca mella hacen en estas sesiones. Las ventas minoristas de Estados Unidos crecieron a buen ritmo, y este martes los datos de inflación podrían al menos mantener los guarismos de enero. Pero, se sabe, el mercado estará pendiente de la votación en Londres.
Aunque más no sea, los índices bursátiles de Nueva York crecieron en buena forma con estos informes, y se posicionan con buenas perspectivas para el martes.
En este contexto, el dólar se debilita con distinta intensidad en varios frentes. El dólar australiano tomó la delantera el lunes, anticipando como es su costumbre un rally del euro, la libra y el dólar canadiense, que por distintos motivos se vieron beneficiados.
En cambio, el oro cayó ligeramente, y el petróleo se mantuvo sin cambios. Precisamente, la onza de oro podría ser protagonista este martes, si la votación en Londres es negativa, y surge temor en los inversores. Lo mismo cuenta para el yen.
Nos espera, entonces, una sesión americana que quedará en el recuerdo, como las del referéndum de junio de 2016, las elecciones de Estados Unidos de noviembre de ese año, las de Francia en abril de 2017 o la crisis de Grecia, en varias oportunidades, entre otras. En todos estos casos, se trató de acontecimientos que fueron puntos de inflexión para los mercados, que iniciaron tendencias, o agotaron otras. Si esta será una nueva piedra de toque lo sabremos en muy pocas horas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College