A nadie escapa que el Banco Central Europeo recortará las previsiones para la zona euro, no solo de crecimiento económico, sino también de inflación. A este hecho se añade que seguramente se vea abocado a variar su hoja de ruta y no subir los tipos de interés este año (estaba previsto que pudiera hacerlo en el último trimestre del año), teniendo que esperar al 2020.
En este contexto, el momento de asistir a la normalización monetaria se antoja complicado, es más, será todo lo contrario, se recurrirá a nuevas medidas excepcionales y todo apunta a que anunciará una nueva ronda de liquidez para las entidades bancarias europeas, un nuevo TLTRO para de esta manera poder combatir el endurecimiento en las concesiones de crédito.
Gracias al TLTRO el Banco Central Europeo ofrece a los bancos préstamos a largo plazo (generalmente a 3-4 años) con el objetivo de que estas entidades, a su vez, presten dinero a las empresas y a las familias, promoviendo y estimulando la actividad económica. Y es que de esta manera los bancos no tendrían excusa, ya que disfrutarían de una cierta tranquilidad, puesto que estaríamos hablando de tener fondos durante 3-4 años pero con la ventaja de no tener que depender del mercado interbancario. Tengan en cuenta que en condiciones normales, los bancos tienen que devolver sus préstamos en plazos relativamente cortos (semanas o meses), pero con este mecanismo el horizonte temporal se amplía considerablemente (varios años). El resultado, aparte de una mayor tranquilidad, redunda en una financiación más sólida, máxime en el momento en el que nos encontramos con tantos focos de incertidumbre a nivel global.
No es la primera vez que el BCE recurre al TLTRO. Tenemos como antecedente diciembre de 2011 (por una cuantía de 489.190 millones de euros), febrero de 2012 (529.530 millones de euros) y más recientemente 2014 y 2016 (762.000 millones de euros).
Como todo en la vida, desde algunos sectores se vierten críticas, pudiendo resumirla básicamente en que nadie asegura que tenga éxito en su cometido final y que pueda ser suficiente para poder relanzar el crédito a empresas y familias.
Los inversores recientemente expresaron su opinión al respecto del TLTRO animándose a tomar posiciones en los mercados y comprar acciones de los bancos europeos. Ya sabemos que un elemento inherente e intrínseco del ser humano es pretender anticiparse a los hechos, y en Bolsa esto se traduce en pretender comprar abajo antes de que se anuncie oficialmente una noticia que piensen que pueda hacer subir la cotización del mercado en cuestión. Y ésto es precisamente lo que, por ejemplo, ocurrió el pasado mes de febrero con varias sesiones en las que los bancos del Ibex 35 subieron con alegría.
En el gráfico del índice sectorial bancario europeo pueden ver que el 2018 fue un año difícil, con fuertes caídas, pero fue comenzar el 2019 y empezar a rebotar al alza.
¿Qué bancos, en principio, serían los más favorecidos con el TLTRO? Pues los mismos que así lo hicieron en las anteriores ediciones del TLTRO: los bancos italianos y los españoles, por este riguroso orden (no olvidemos que en su momento los bancos de estos dos países atrajeron el 55% de la liquidez que ofreció el BCE). Si nos centramos en los bancos del Ibex 35, podríamos concretar que el Santander sería el más beneficiado (tiene la mayor devolución de TLTRO pendiente, concretamente 55.382 millones de euros), seguido del BBVA, Caixabank y Sabadell.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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