Por el tenor y cantidad de datos que se conocerán en estos días, esta semana asoma como la más importante del año hasta el momento. Si bien los anuncios y las cifras han perdido ciertamente mucho “poder de fuego” en los precios, sus consecuencias se extienden por mucho tiempo, cambiando el eje sobre el cual se movían los mercados años atrás, y sin movimientos violentos al momento de las publicaciones.
Pero es que allí radica ahora la importancia de las noticias: ya casi ninguna es formadora de tendencias por si mismas y, en cambio, la consecución de las mismas es lo que provoca los movimientos más marcados.
Por ello, los anuncios de política monetaria de los bancos centrales se han constituido en los últimos años en eventos de los cuales los inversores están muy pendientes. Y esta semana tendremos varios de ello. En la sesión asiática del martes el Banco de la Reserva de Australia dará a conocer el suyo de este mes. No se esperan cambios en los tipos de interés, que quedarán en el 1.5%, como ocurre desde agosto de 2016. El dólar australiano cerró la semana pasada en su menor nivel desde el 14 de febrero, y salvo que el dólar sufra algún traspié muy importante, no hay motivos para pensar en una reversión en estas horas. El Aussie se ve muy afectado por la fuertísima caída del oro, que se aceleró sobre el cierre del viernes, con una baja que ocupo 54 dólares desde los máximos del año en 1346 dólares, y que solo encontró un alivio en el 38.2% de su último rally, que inició en 1196 dólares a mediados de noviembre.
El miércoles será el turno del Banco de Canadá, que tampoco modificará sus tipos de interés. Pero, a diferencia del RBA, el BoC se ha mostrado activo en esta materia, elevando la tasa en varias oportunidades en 2018. El BoC está muy pendiente del comportamiento del petróleo, que tiene una especial influencia sobre el tipo de cambio del dólar canadiense. La caída del Loonie, que el viernes totalizó 180 puntos en muy pocas horas, coincide con una baja del petróleo de 2.30 dólares por barril WTI desde los máximos de noviembre, que tocó a inicio de la sesión rozando los 58 dólares.
Por su parte, el jueves, el Banco Central Europeo dará a conocer su anuncio, tras el cual se espera la habitual conferencia de prensa de su presidente, Mario Draghi. Las cifras macro no acompañan los esfuerzos del BCE, y el euro mantiene una tendencia bajista latente. La misma se detuvo por la debilidad del dólar, pero al no encontrar incentivos para crecer, la moneda única se mueve en un rango de precios relativamente estrecho, que no le permite superar 1.1500, pero tampoco retroceder de 1.1300, al menos en forma clara.
Además de los anuncios de los bancos centrales, tendremos los cruciales datos de empleo de Estados Unidos. La encuesta de la firma ADP se conocerá el miércoles, con las cifras del sector privado, en tanto el viernes se publicarán las del Departamento de Trabajo. Estas últimas sorprendieron en diciembre y enero, con más de 300 mil nóminas (excluyendo las agrícolas), y no serán fáciles de superar en febrero. No obstante, el mercado laboral aparece como muy sólido, con una tasa de desocupación que apenas roza el 4%.
De todas formas, este lunes el calendario de noticias será modesto. Los movimientos, que habitualmente son muy medidos en los comienzos de semana, esta vez podrían tener algún grado de agresividad mayor, habida cuenta de la caída muy fuerte de las materias primas. En varios casos, como el oro y el petróleo, sus bajas han sido detenidas por algunos soportes técnicos, pero ello no significa que se frenen de inmediato.
En cuanto a las monedas principales, ya mencionados el euro, el dólar australiano y el dólar canadiense, la libra Esterlina enfrenta días cruciales por el Brexit. Si bien no se descarta alguna situación descabellada como las que hemos visto en gran cantidad en los últimos meses, todo indica que al menos por una vez primará el sentido común, y habrá un pedido de postergación de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Si bien la votación al respecto será entre el 12 y 14 de marzo, la libra se hará eco de esta situación. Luego de llegar a máximos de varios meses, el viernes la divisa británica perdió vuelo en forma muy violenta.
El yen, por su parte, se mantiene débil en las primeras horas de la semana, y salvo que se agraven algunos de los conflictos latentes (el de India y Pakistán lo es, por ejemplo), no volverá sobre sus pasos rápidamente.
Nos espera entonces una semana plena de alternativa, que a su vez ofrecerá una gran cantidad de oportunidades de negocio.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College