El sector bancario europeo está empezando bien este año con subidas en torno al 4% pese a los focos de incertidumbre que perduran en el horizonte para las entidades bancarias. Y es que el propio Banco Central Europeo reconoció que los riesgos económicos de la zona euro están empeorando y que un impulso económico más lento (y, en consecuencia, un nuevo retraso en el aumento de los tipos de interés) sería una mala noticia para los bancos, sin importar lo baratos que estén.
En el gráfico se puede apreciar toda la caída del índice sectorial durante el 2018 y de momento el suelo que está intentando formar desde que se inició el nuevo año.
En el caso de BBVA, que perdió el año pasado un 34%, las razones que le llevaron a tal comportamiento no han desaparecido:
- – Turquía: en 2018 tenía una cartera de deuda turca valorada en 9.682 millones de euros. La preocupación radicaba en los créditos en divisa extranjera, ya que la depreciación de la lira turca podría causar impagos de dichos créditos. Y no sólo esto, sino que lo “normal” sería que caigan los ingresos por la alta inflación mientras que las provisiones tendrán que mantenerse elevadas.
- – México: en noviembre el anuncio de que el Senado mexicano estudiaba eliminar el cobro de comisiones bancarias originó caídas del 6% en las acciones de la entidad y luego de nuevo por el desplome de la Bolsa mexicana. Recordemos que México representa casi un 43% del beneficio de BBVA en todo el mundo.
- – Tipos de interés: hasta hace unos meses se venía dando prácticamente por seguro que el BCE subiría los tipos de interés durante el verano de 2019. Pero ahora la cosa no está tan clara. No significa que no lo vaya a hacer, aunque sea a finales de año, sino que no se puede poner la mano en el fuego. Significativo que los contratos basados en el Euro Overnight Index vienen mostrando que el primer aumento de los tipos de interés del BCE sería en abril del 2020, en comparación con diciembre de 2019 que era lo que se estimaba a finales del mes de junio. Es un tema importante, ya que si el BCE mantiene los tipos a cero, seguirá presionando a la baja los márgenes de los bancos.
Respecto al tema de actualidad de la contratación, hace una década, del excomisario Villarejo para espiar a multitud de personas, los inversores no le están prestando excesiva atención como bien muestra el hecho de que la cotización de las acciones no se ha visto afectada.
El consenso del mercado establece un precio objetivo para BBVA en torno a los 5,60-6 euros. En lo que llevamos de año sube un 7%, siendo de los valores del Ibex que mejor lo están haciendo.
Para inversores con un horizonte medio-largo plazo, se puede comprar aprovechando los bajos precios. Eso sí, siendo conscientes de que los temas de Turquía y el BCE seguirán coleando, por lo que no será un año sencillo, no será peor que el 2018 pero tampoco cabe esperar una mejora sustancial en 2019.
Desde el punto de vista técnico, la zona de los 4,35-4,36 euros podría ser válida para buscar un rebote al alza. Se trata de un nivel de soporte que se formó en junio del 2016, un punto de inflexión que puso fin a las caídas que se venían produciendo desde abril del 2015 y que supuso un cambio de tendencia, llevando al alza el precio de las acciones hasta agosto de 2017, momento en el cual la fuerza comenzó a flaquear, y hasta la fecha.