Las Bolsas mundiales han sufrido sesiones convulsas muy alejadas de la habitual tranquilidad que muestran los mercados durante la temporada de vacaciones de Navidad. Los inversores se han instalado en el nerviosismo. Un 2017 demasiado tranquilo no nos preparó para el torbellino y la volatilidad de 2018. Nuestro artículo diario recoge las opiniones de los estrategas de HSBC y los mayores riesgos a los que se enfrentan los mercados el próximo año:
1) Los márgenes corporativos caen. «Una disminución significativa en los márgenes de beneficios, tal vez impulsada por una aceleración en el crecimiento de los salarios, podría ser suficiente para hacer descarrilar el crecimiento de los beneficios en los EE.UU., y por lo tanto el mercado alcista de los EE UU., dice el estratega de renta variable global de HSBC, Ben Laidler, y su equipo. Eso también significaría que las empresas podrían estar en problemas en lo que respecta a sus préstamos.
2) La Fed sigue su camino de subida de tasas de interés. HSBC ve dos alzasen 2019, en marzo de 2019 y junio de 2019, pero los mercados se están calentando con la idea de que el banco central tenga que frenar esos planes. Un fuerte crecimiento y una mayor inflación podrían hacer que la Fed sea más agresiva.
Esto podría incidir en las acciones de dos maneras. Si la Reserva Federal está respondiendo a una mayor inflación impulsada por un crecimiento más fuerte, entonces las acciones podrían subir, pero si esa restricción es una respuesta a la presión inflacionaria relacionada con los aranceles, las acciones podrían verse afectadas. En este caso, habría que optar por acciones defensivas, dice HSBC.
3) Aumento de los costes de endeudamiento de las empresas. «Si las empresas se enfrentaran con el desafío combinado del aumento en el coste de los préstamos y menores ganancias operativas en una recesión económica, entonces es probable que algunas lo pasen mal», dijo HSBC. Su mayor preocupación es el «perfil de crédito degradado de las compañías no financieras con grado de inversión».
4) El retorno de la volatilidad en la renta fija. Ha sido baja durante los últimos años, pero las señales de un mayor ajuste de la Fed y un posible comienzo de tasas más altas en el banco central de Europa el próximo año podrían comenzar a agitar las cosas. “Como resultado, parece probable que una mayor volatilidad en la renta fija se extienda a otras clases de activos. Un aumento en la volatilidad en las acciones se asociaría con una oleada de ventas en las acciones”.
La ola de volatilidad sigue en ascenso
HSBC señala otros riesgos que podrían afectar a una gran variedad de activos: el aumento de los costes del cambio climático, una guerra comercial que se resuelve (bueno, pero también podría desencadenar una política más estricta de la Fed), otra crisis de la eurozona, nuevas y poco convencionales políticas del BCE y reformas sorprendentes en loe países de mercados emergentes.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa