«No es el fin del mundo, pero quizá el final de ciclo de las Bolsas. Hay agoreros, que viven de su propia agonía. Catastrofistas a punto de ahorcarse, porque el mundo no ha entrado en recesión. Pero no pierden No es una apuesta nueva. Con esta demagogia barata del fin del mundo llevamos ya muchos años. Con el repicar de campanas de Wall Street, diez años. Y casi todos confunden el culo con las témporas. Confunden la composición y el peso de los diferentes valores en los índices y extrapolan la capitalización, en muchos casos exagerada, claro está, con la capitalización global del mercado. En los últimos cuatro años, por ejemplo, sólo han subido media docena de valores en Wall Street, los nuevos actores en la economía mundial como Apple, Google, Amazon…y el grueso restante se ha quedado a verlas venir. Son media docena de valores los que, en teoría, alcanzan capitalizaciones fantásticas, pero no la totalidad de la Bolsa USA. Pero, conforme pasa el tiempo aumenta el número de especialistas que vez más próxima la recesión en USA. Además, las previsiones de crecimiento del PIB mundial por el FMI destacan que el escenario central sigue siendo un mantenimiento de la tasa de expansión. A medio plazo, la distribución se hace más platicúrtica y se sesga a la baja», me dice un analista londinense
«En términos de Bolsa, el punto final a las QE es lo que más me preocupa. Desde el estallido de la Gran Crisis en 2009, la Reserva Federal comenzó a lanzar billetes y más billetes desde helicópteros y aviones hasta engordar su balance a niveles desconocidos. Esta expansión de dinero ha provocado fuertes subidas en Wall Street, bonos e inmuebles. Las valoraciones alcanzadas son históricamente altas. A la impresión continuada de dinero por parte de la Reserva Federal, a la que luego siguieron el Banco de Japón y el Banco Central Europeo, muchos analistas la han denominado como gas de la risa. Y el gas se ha terminado. Muchos participantes en los mercados se preguntan si éstos podrán superar el síndrome…»
«Son muchos los analistas los que señalan que la correlación aparentemente cercana entre el tamaño de los balances de los bancos centrales y la subida del precio de las acciones, junto a la potencial vulnerabilidad de las bolsas en un contexto de valoraciones elevadas, implican que son un problema acuciante…»
«Y otro gran problema: la falta de liquidez. Tres políticas de la Fed promulgadas en respuesta a la crisis financiera continúan afectando a los mercados de liquidez a corto plazo una década después
Fed Policies’ Continued Effects on Short-Term Liquidity Markets
Un gráfico vía St. Louis Fed
«¿Soluciones? Crecimiento reformas. Una tarea imposible en estos momentos de caos geopolíticos generalizados. Ha escrito Joaquín Maudos: Tremendo. Desde 1995, la productividad de la economía española solo ha aumentado un 4%, frente al 11% de la eurozona o 12% de Alemania. Ese es el grave problema que tenemos que exige reformas estructurales.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa