Los datos del viernes mostraron que las ventas minoristas, excluyendo coches y gasolina, crecieron más de lo previsto en noviembre, lo que llevó a Scotiabank Economics a decir en voz alta que “el consumidor estadounidense está vivo y pateando”. Esto hizo que la predicción del PIB del cuarto trimestre de la Fed de Atlanta subiese del 2,4 al 3%.
Mientras tanto, el S&P 500 bajó un 1,5% el viernes y un 10% en el trimestre con las acciones de salud y tecnología entre los mayores descensos y las pérdidas del día fueron generalizadas, con los 11 sectores del S&P 500 en territorio negativo y más de la mitad de los componentes del S&P 500 (259 empresas) están ahora un 20% por debajo de sus máximos de 52 semanas. Por sectores, el S&P 500 Energy Sector cayó un 2,4% el viernes y un 21% por debajo del máximo del 9 de octubre. El sector de materiales cayó un 0,8% y se encuentra un 20,4% de su máximo de enero. El sector industrial ha caído un 17% desde su máximo de 52 semanas, y la tecnología está un 15% por debajo de su récord. Por su parte, el Dow Jones se hundió casi 500 puntos, liderado por Johnson & Johnson, el índice Russell 2000 y el índice S&P Small Cap 600 bajaron un 19%.
El mal humor en Wall Street se produjo después de que las acciones cayeran de Asia a Europa por la preocupación de que el crecimiento de la economía de China se está desacelerando. Las débiles lecturas de Europa en la venta y fabricación de automóviles se sumaron a la oscuridad.
Aun así, cuidado a todo lo que se comenta en los medios, más que nada por lo que les comenté hace semanas acerca del estudio realizado en 2014 por Prakash Loungani, del Fondo Monetario Internacional, que observó que ninguna de las 49 recesiones sufridas en todo el mundo había sido pronosticada el año anterior y que solo 2 de las 60 recesiones de la década de 1990 se habían anticipado con un año de antelación.
Cantor Fitzgerald, firma financiera que se fundó en 1945 aún espera el rally de Papá Noel, manteniendo su objetivo de final de año para el S&P500 en torno a los 2.800 puntos, lo que supondría una ganancia de alrededor del 5% con respecto a los niveles actuales. También indicó que el sentimiento medido por la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales se encuentra en mínimos y sugirió comprar opciones de venta con vencimiento en diciembre en el índice de volatilidad VIX.
La semana viene cargada de cosas interesantes:
- La Reserva Federal celebra su reunión política el martes y miércoles. La decisión sobre los tipos de interés será seguida por una conferencia de prensa del presidente Jerome Powell.
- Reuniones del Banco de Inglaterra y el Banco de Japón.
- La publicación del PIB de Estados Unidos
- En Europa, conoceremos el indicador de confianza IFO de Alemania y la confianza del consumidor.
- Un cierre parcial del Gobierno de los Estados Unidos podría comenzar si los legisladores y el presidente Trump no logran resolver cuánto dinero destinar al muro de la frontera con México.
Y hablando de la FED, cuando la Reserva Federal redujo su tasa a casi cero el 16 de diciembre de 2008 para contrarrestar una crisis económica a gran escala, marcó el comienzo de lo que el presidente del banco central en ese momento, Ben Bernanke, llamó “el final del antiguo régimen “.Una década después, el impacto y la importancia de ese movimiento aún no están claros.
Esto nos lleva al concepto ZIRP (también denominado límite inferior efectivo), sinónimo de “política de tasa de interés cero” y se convirtió en una de las siglas más comunes que se utilizan para describir el período de siete años en que la tasa de interés de préstamos a un día de la Reserva Federal se estacionó en un rango de entre 0 y 0,25%. Pero la FED no fue la primera en emplear una respuesta tan agresiva a una recesión económica. El Banco de Japón adoptó ZIRP en la década de 1990 en respuesta a un colapso en su mercado inmobiliario que ayudó a desencadenar una década de estancamiento económico.
Fuente: St. Louis Federal Reserve Bank
El caso es que todo esto marcó lo que vendría después con la FED, incluidos billones de dólares en compras de activos utilizadas para reforzar los mercados financieros y mantener las bajas tasas de interés a largo plazo que eran fundamentales para el mercado de la vivienda y los préstamos hipotecarios. A pesar de que la entidad no pudo recortar más su tasa una vez que se alcanzó el “límite inferior efectivo”, las herramientas no convencionales utilizadas por el banco aún hoy conforman los mercados financieros. Y tengamos en cuenta que los consumidores y las empresas pueden ser adictos al dinero barato y sensibles a las tasas de interés, sabiendo que su disposición a comprar casas o invertir puede disminuir más rápidamente que en el pasado a medida que las tasas aumentan.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es