La economía de Estados Unidos se encuentra en medio de la segunda expansión más larga jamás registrada, pero los inversores son plenamente conscientes (o debieran serlo) de que una desaceleración es inevitable, de hecho algunos sectores como el automóvil y la vivienda están disminuyendo debido en parte al aumento de las tasas de interés, a las dudas sobre el crecimiento económico y a los temores de que la tregua firmada entre USA y China caiga en saco roto, algo que aceleraría el final del ciclo.
Mientras, las compañías cargadas de deuda han expresado su preocupación sobre si podrían mantenerse al día con sus pagos de deuda a medida que aumentan los costes de los préstamos. El mercado descarta la recesión para los próximos meses, aunque sí existe unanimidad en que en 2019 el crecimiento mundial experimentará una desaceleración.
La Reserva Federal sigue preocupada por la inversión de la curva de rendimiento, un indicador que suele generalmente anticipar una recesión económica en el horizonte. Y es que el mercado de deuda estadounidense es el que mejor está recogiendo este nerviosismo. Por primera vez desde el año 2007, la rentabilidad de la deuda a dos años y tres años supera a la de cinco años, y el diferencial entre la deuda a dos y diez años se estrecha a mínimos de hace 11 años.
El aplanamiento de la curva muestra la preocupación de los inversores de que el aumento de las tasas de interés en un contexto de desaceleración del crecimiento mundial podría perjudicar a la economía de los Estados Unidos. Miren el siguiente gráfico muy significativo…
Y para completarlo, miren este segundo gráfico con la brecha, la diferencia, entre Estados Unidos y la eurozona que sigue siendo demasiado grande…
Por contra, algunos inversores piensan que el dramático aplanamiento de la curva podría estar exagerado y podría revertirse si el próximo informe de nóminas mostrase empleos sólidos y un crecimiento salarial.
Otro foco que centra la atención es si el mercado está cuestionando a la FED en lo referente a seguir subiendo los tipos de interés. Los hedge funds habían apostado con fuerza acerca de ver caídas en los precios de los bonos del Tesoro, sobre todo los de 5 años, pero han ido reduciendo sus apuestas en más de la mitad en las últimas semanas.
El caso es que la FED ha aumentado el rango objetivo de los fondos federales ocho veces desde diciembre de 2015, y aún se espera que lo vuelva a aumentar el 19 de diciembre. Pero ahora se espera que Jerome Powell sea más cauteloso. Fíjense que hasta Laurence Meyer, un ex gobernador de la FED, ha cambiado su punto de vista, hasta final de noviembre era de la opinión de que el próximo año tendríamos tres subidas de tipos y ahora cree que como mucho serán dos.
A continuación tienen la probabilidad de subidas de tipos en las próximas reuniones de la FED.
Sigamos con los Bancos Centrales. Algunos han expresado su preocupación acerca de que su independencia podría estar amenazada y podría tener consecuencias económicas reales: un estudio realizado en la década de 1990 por los economistas Alberto Alesina y Lawrence Summers concluyó que los bancos centrales independientes eran mejores para controlar la inflación sin dañar la producción o el empleo.
- FED: casi un año después de comenzar a trabajar, Jerome Powell ha recibido críticas cada vez más duras por parte de Donald Trump, el primer presidente estadounidense en dos décadas en atacar a la Reserva Federal. Solo el mes pasado, Trump calificó a la Fed como un problema mucho más grande que China. El banco central ha elevado las tasas de interés ocho veces desde diciembre de 2015 y seguramente vuelva a hacerlo en diciembre. La entidad insiste en que no sucumbirán a la presión política.
- Banco Turquía: el presidente turco Erdogan ha pedido tasas de interés más bajas durante años, diciendo que, en contradicción con la economía de los libros de texto, eso reduciría la inflación. El banco central a menudo lo ha ignorado, elevando las tasas masivamente, pero también ha tardado en actuar. El resultado es una inflación aproximadamente cinco veces mayor que el objetivo de la institución.
- Banco Inglaterra: el gobernador del BOE, Mark Carney, se ha enfrentado durante mucho tiempo a las críticas agresivas de políticos pro-Brexit, quienes lo acusan de pronunciamientos excesivamente pesimistas contra la decisión de abandonar la Unión Europea. Carney fue asaltado nuevamente después de que el BOE publicara los escenarios que mostraban que un Brexit no negociable podría desencadenar en una fuerte recesión y un colapso en la libra.
- BCE: el presidente Mario Draghi es a menudo presionado por políticos alemanes por su política monetaria ultra flexible, ya que les preocupa la pérdida de poder adquisitivo de los ahorradores del país germano. Más recientemente, fue atacado por políticos italianos, incluido el viceprimer ministro Luigi Di Maio, quien dijo que está envenenando el clima al influir en el debate sobre el presupuesto de la nación italiana.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es