Estamos acabando el año en los mercados y es momento de recapitular. En este ejercicio podríamos distinguir dos partes claramente diferenciadas: El comienzo de año cuando el clima de euforia entre los inversores de finales de 2017 se extendió a principios de 2018, y el resto del año en el que el elevado número de incertidumbre políticas y comerciales provocó un goteo a la baja de los indicadores de las principales bolsas mundiales. El telón de fondo que justificaba ese comportamiento suavemente bajista en la renta variable era la pérdida de momento en las economías mundiales, y la guerra comercial de EE.UU. contra el resto del mundo.
“El comportamiento relativo de los diferentes índices puede verse en parte como el diferente nivel de riesgo a la guerra comercial que el mercado les asigna”, afirma Nicolás López de M&G A.V., añadiendo el siguiente gráfico y análisis:
Los índices norteamericanos están actualmente en los niveles que empezaron el año después de haber cedido en el mes de octubre todas las ganancias acumuladas hasta septiembre. En Europa el tono suavemente bajista se ha mantenido a lo largo de todo el año y actualmente las caídas se sitúan entre el 10% y el 15% según los países ganancias acumuladas hasta septiembre a los índices. El hecho de que el Dax alemán esté entre los peores puede explicarse seguramente por la mayor exposición de sus compañías al comercio global amenazado por la guerra comercial. El comportamiento del Ibex, por otra parte, ha estado este año bastante en línea con el resto de mercados europeos. Finalmente, la Bolsa china está siendo la gran perjudicada por el temor a una guerra comercial a gran escala y acumula una caída cercana al 30% en lo que va de año. Aparentemente los mercados consideran que EEUU está en condiciones de mantener la presión sobre China sin un gran impacto sobre su economía.
Visto con un poco más de perspectiva, es indudable que las Bolsas se mantienen en un mercado alcista de largo plazo pese a las caídas de los últimos meses. Desde mediados de 2012, cuando las bolsas europeas empiezan a recuperarse de la crisis del euro y la recesión de los países periféricos, los índices mantienen revalorizaciones muy importantes, superiores al 100% en el caso de EEUU y del orden del 50% en Europa. El motor de estas subidas es la expansión de la economía y el consiguiente crecimiento de los beneficios de las empresas.
La clave pare que, más allá de correcciones puntuales como la del último año, las bolsas puedan mantener la tendencia alcista en el futuro es que los inversores sigan confiando en la continuidad de la fase expansiva. Los bancos centrales, organismos internacionales e instituciones privadas que hacen previsiones económicas han revisado recientemente a la baja algunas décimas las expectativas de crecimiento para 2019, pero de momento se sigue confiando en que la expansión continuará en los próximos años.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa