En Wall Street se está hablando mucho del dólar de cara al 2019. En el contexto actual, el billete verde se vio favorecido por los recortes de las acciones en USA y por las señales de que la Reserva Federal no planea cambiar su hoja de ruta en cuanto a subidas de tipos de interés (los futuros de fondos federales dan un 80% de probabilidad de subida de tipos en la reunión de diciembre y para el próximo año mínimo dos subidas más).
Todo podría apuntar a que el dólar funcionará mejor con monedas con mayor exposición a China, como los dólares de Australia y Nueva Zelanda, pero aun así podría está cerca de su punto máximo y es probable una corrección en 2019 a medida que el crecimiento económico de Estados Unidos se enfríe.
El punto de inflexión puede llegar cerca del final del primer trimestre cuando el riesgo político se reinicie nuevamente en torno al gasto del gobierno de los Estados Unidos. Además, los resultados de las elecciones de la pasada semana pueden obstaculizar medidas de estímulo fiscal adicionales.
La idea que tienen en la cabeza en Wall Street es que para finales de 2019, el euro podría volver a estar en 1,25 incluso 1,26 (mientras que el dólar/yen podría estar por debajo de 104). El más optimista (o pesimista, según se mire) es Morgan Stanley que cree que eur/usd puede llegar a 1.32 ayudado, entre otras cosas, si Friedrich Merz sucede a Merkel como líder de la Unión Demócrata Cristiana. Morgan Stanley ya dijo a principios de año que el euro subiría a 1,33 en 2019, y ahora pronostican que alcanzarán 1,32 a finales del próximo año, un nivel que no se alcanzó desde agosto de 2014. Esa predicción hace que el banco estadounidense sea el más optimista (el consenso del mercado espera 1.25).
Respecto al dólar frente al euro, yo no tengo tan claro que la moneda norteamericana vaya a sufrir, máxime teniendo en cuenta todos los riesgos que tienen en vilo al Viejo Continente (las dificultades del Brexit, la amenaza de una crisis italiana más profunda, los últimos malos datos macro).
En el gráfico pueden observar que el fuerte soporte formado en el año 2015 (cuadrado azul) fue puesto a prueba en 2016 con éxito, deteniendo la caída y propiciando un interesante rebote al alza. Pero a principios de este año se formó un techo a raíz del cual se está imponiendo las ventas. Es por ello que el soporte indicado es crucial y mientras no sea perdido no habrá problemas, es más, seguramente si regresase el precio (cosa que está por ver) podríamos ver un nuevo rebote al alza.
La línea roja es el objetivo de la subida que el consenso del mercado le otorga a eur/usd para el 2019 (en torno a 1,25).
Un apunte a tener en cuenta: históricamente, el dólar ha tenido una fortaleza durante un ciclo de 7 años. En julio de este año, el ciclo pasó a su octavo año, como se ve en el siguiente gráfico elaborado por Thomson Reuters & Horan Capital Advisors…
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es