Este 8 de noviembre Donald Trump cumplirá dos años de presidencia. Como cada año, se realiza una encuesta sobre la popularidad del presidente de los EE.UU que es utilizada políticamente por republicanos y demócratas para movilizar al electorado. Según la ultima encuesta de Gallup inc. este mes el Presidente tiene una aprobación de 44%, que si lo ponemos en contexto, Obama tuvo una media de 47,9% y Bush un 49,4% durante sus mandatos. Además, este noviembre son las elecciones legislativas en EEUU y muchos las consideran como un plebiscito para Donald Trump.
En diversos estudios publicados, como en “Presidential approval and macroeconomic conditions: evidence from a nonlinear model” de 2016, se mostraba la relación de diversos indicadores macroeconómicos y el índice de aprobación del Presidente de EE.UU. En el artículo indicado arriba, los autores muestran la correlación entre cuatro variables: desempleo, inflación, sentimiento del consumidor y mortalidad con la popularidad del presidente.
Fuente: Presidential approval and macroeconomic conditions: evidence from a nonlinear model
El estudio tiene unas interesantes conclusiones a las que se llega mediante un modelo de regresión no lineal de series temporales, que le añaden robustez al añadiendo el efecto de las políticas en diferentes momentos temporales. El informe tiene unos fundamentos econométricos fuertes, realizando incluso un test de raíces unitarias para evitar estacionalidad en la serie, por lo que podemos confiar en la fidelidad de las conclusiones. Los autores demuestran la correlación negativa entre inflación y desempleo con los datos de popularidad del Presidente en el trimestre posterior, que también demuestran la correlación positiva del sentimiento del consumidor con la popularidad, unas conclusiones que pueden parecer obvias.
Lo más interesante del estudio es la demostración del distinto modo que afectan estas variables dependiendo de la tasa de desempleo. Por simplificarlo, los autores demuestran que a partir de una tasa de desempleo (7,06%) los ciudadanos reaccionan más negativamente a las noticias a la hora de valorar a su Presidente en el corto plazo, pero en el medio y largo plazo su reacción por esa noticia es casi cero, como si estuvieran insensibilizados a las malas noticias en el largo plazo debido a las malas noticias continuas (desempleo nacional), aunque el enfado puntual es mucho mayor. Estas conclusiones las podríamos extrapolar probablemente a la sociedad española que también sufría ese efecto de anestesia respecto a las noticias negativas si lo comparamos con los años 2011-2013.
La correlación de inflación y desempleo con los movimientos bursátiles es la misma que con la popularidad del Presidente. Los efectos de la inflación y los tipos de interés son los causantes más probables de las caídas en bolsa estas semanas. Además, se suma el efecto de las elecciones de noviembre. En tiempo de elecciones los mercados siempre se han comportado con mayor volatilidad, aunque lo más probable es que tras las elecciones los mercados vuelvan a corregir lo perdido, de hecho, en EE.UU se califica la situación postelectoral en economía como “honeymoon” debido a que siempre se ha entrado en un periodo de tranquilidad económica y bursátil de la que suele disfrutar el político entrante, lo que influye en su encuesta de popularidad.
En el siguiente cuadro se puede observar como la entrada del presidente coincide casi siempre con sus máximos de popularidad.
Fuente: Christine Fauvelle- Aymar y Mary Stegmaier
Todos estos datos indican la correlación que habría entre mercados financieros y política debido a otras variables intermediarias como la inflación o desempleo. Aunque esta correlación no implica una causalidad con las encuestas de popularidad, algunos estudios recientes como el “Predicting Stock markets Movements in the US: The role of presidential approval ratings” relacionan directamente las encuestas de popularidad con los movimientos en bolsa.
Los autores demuestran mediante un modelo no lineal que no se puede descartar la causalidad entre estos dos factores, y concluyen que se puede llegar a predecir la rentabilidad y volatilidad del S&P 500 utilizando los datos de las encuestas de popularidad del Presidente. Los datos son especialmente concluyentes para los periodos más alcistas.
Por lo tanto, sería interesante tener en cuenta los resultados de popularidad de Donald Trump el mes que viene para hacerse una idea de hacia donde puede continuar la tendencia bursátil en los próximos meses. También sería recomendable ver como concluyen las elecciones legislativas en EE.UU ya que si los republicanos consiguen la mayoría (a parte de la debacle para los demócratas) se reforzaría la popularidad del Presidente y, según lo presentado en este texto, esto podría revertir los movimientos negativos bursátiles de las últimas semanas.
Fuentes:
– Presidential approval and macroeconomic conditions: evidence from a nonlinear model, 2016, Seung-Whan Choi, Patrick James, Yitan Li y Eric Olson
– Presidential popularity rises and falls with the stock market, 2013, Christine Fauvelle- Aymar y Mary Stegmaier
– Predicting Stock markets Movements in de US: The role of presidential approval, 2018, Rangan Gupta, Patrick Kanda, Mark E. Wohar
Por el Departamento de Análisis ASPAIN 11 Asesores Financieros EAFI
www.aspain11.com