Entramos en la fase decisiva de las negociaciones del Brexit. Vamos a ver en este artículo dónde estamos, qué nos espera en los próximos meses y cómo reaccionaría la libra (a qué precio se iría) en caso de acuerdo o no acuerdo.
Con solo 163 días para el día del Brexit, los mercados y los inversores todavía no saben a qué atenerse, y es normal, porque ni siquiera las propias partes lo saben. Se suponía que la cumbre de la Unión Europea de este mes de octubre sería el momento en que se acordaría un acuerdo, pero el estancamiento del tema de la frontera irlandesa lo ha dejado en suspenso.
Mientras, las buenas palabras siguen su curso. Theresa May comentó que el Reino Unido y la UE no están muy alejados. Por su parte, el presidente de la UE, Donald Tusk, ve buena voluntad en ambas partes, pero reconoce que no hay acuerdo y las posiciones están distantes.
Un detalle a tener en cuenta es que el canciller del Reino Unido, Hammond, publicará el presupuesto del Gobierno el 29 de octubre y seguramente tenga que ser flexible, ya que el gobierno aún podría tratar de alcanzar un acuerdo con el Brexit. Pero no olvidemos que cualquier presupuesto que proponga necesitará el apoyo de la mayoría de los legisladores del Reino Unido, incluidos los miembros del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que han amenazado con rechazarlo si no están contentos con la forma en que se desarrollan las conversaciones sobre el Brexit.
El calendario que tenemos por delante vendría a ser el siguiente:
- Una cumbre especial de la UE podría celebrarse en noviembre. Las partes querían que este fuera un evento ceremonial en gran medida para firmar cualquier acuerdo acordado. En su lugar, puede convertirse en una reunión utilizada para la planificación sin acuerdo, o en un esfuerzo casi último para negociar un acuerdo.
- La cumbre a final del año (13-14 diciembre) se produce tres meses antes de que Gran Bretaña abandone el bloque de la UE y algunos la vean como la última oportunidad para llegar a un acuerdo.
Las cosas están así: la Unión Europea está dándose prisa con los preparativos para el escenario más temido, no quiere que le coja el toro por sorpresa. Y es que las discrepancias surgidas en las últimas horas muestran la peor cara del conflicto en sí mismo. Concretamente, la posibilidad de que Reino Unido permanezca de manera temporal en la unión aduanera europea mientras busca una solución definitiva para mantener la libre circulación de personas y bienes. Sí, es cierto que Europa no tiene inconvenientes, el problema es que desconfía y mucho, ya que piensan que los ingleses quieren aprovechar la excusa de Irlanda para “hacerse un traje a medida y aceptar lo que le interese de la unión aduanera y rechazar el resto”.
Respecto a los planes que la UE está llevando a cabo para el caso de un Brexit sin acuerdo, resaltar que van encaminados a preservar la estabilidad en todos los sectores que se verían afectados (el sector aéreo, el de distribución, etc). Algunos Estados miembro, como Alemania, son partidarios de publicar los planes para que las industrias sepan a qué atenerse, pero de momento Bruselas no quiero por miedo a reacciones antes de que surja el hecho (el posible divorcio).
Y sí, España se juega mucho en todo este entramado, básicamente por varias razones:
- Las principales empresas del Ibex 35 tienen una presencia importante en el mercado británico.
- Reino Unido es el segundo destino de la inversión de España en el exterior, solo por detrás de Estados Unidos.
- Reino Unido es el tercer socio comercial de España.
- Los turistas británicos son la primera fuente de ingresos de la industria turística española.
Pero hablemos de la libra esterlina porque hay cosas interesantes que comentar al respecto. La divisa británica se mantiene firme después de recuperarse desde mediados de agosto, y los mercados de volatilidad muestran que los operadores apuestan por una resolución, de una forma u otra, dentro de dos meses.
En realidad, es difícil creer que nadie pensara que íbamos a llegar a un acuerdo sobre el Brexit en el mes de octubre. Todos sabían iba a ser un momento de mucho ruido y eso se ha reflejado claramente con la volatilidad de la libra. Las opciones de volatilidad de la libra esterlina en una semana cayeron, lo que indica las esperanzas de un acuerdo inmediato. En contraste, los contratos a dos meses, que cubrirían cualquier reunión especial de Brexit en noviembre, así como la próxima cumbre de la UE a mediados de diciembre, subieron a su nivel más alto desde el pasado mes de febrero. Dado que parece haber tiempo para negociar hasta diciembre, es demasiado pronto para esperar un avance en las conversaciones esta semana.
El mercado está dividido en lo que respecta a cómo reaccionaría la libra en caso de haber un Brexit con acuerdo o sin acuerdo. En cualquiera de los dos casos, el consenso del mercado es unánime en cuanto a que habrá un movimiento brusco. En Wall Street la opinión generalizada es que la libra frente al dólar (gbp/usd) podría subir a 1,35 si hay un acuerdo mutuo. En cambio, podría caer a 1,20 si asistimos a un divorcio no pactado.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es