La publicación de los datos de empleo de Estados Unidos de septiembre ha generado en los mercados una particular expectativa. Si bien no se esperan cifras excepcionales, los últimos informes macro de la primera economía del mundo han demostrado una solidez que no tiene antecedentes en muchos años, lo que refuerza la presunción de que el mercado laboral volverá a presentar números sólidos.
Tal es así que, una vez conocida la encuesta ADP de empleos privados, el pasado miércoles, algunos analistas modificaron sus pronósticos de unos 180 mil nuevos puestos de trabajo a unos 210 mil, acorde a lo publicado dos días atrás. En tanto, la tasa de desempleo quedaría una vez más por debajo del 4%, y las ganancias promedio por hora, que es la variable “de moda” y la más sujeta a cambios, habrían aumentado el 0.3%, frente al 0.4%, con un leve retroceso en esta materia. Es justo recordar que, en ese sentido, la llamada “inflación del empleo” ha sido decisiva en la tendencia del dólar en el momento de la publicación de las cifras.
Este contexto es claramente favorable a la moneda estadounidense, que en la última semana y media ha acelerado una tendencia alcista que había sido puesta en duda durante parte del mes pasado. El euro había superado 1.18, y la libra rozó 1.33. Sin embargo, el aumento de tasa de la Fed cambió nuevamente el panorama, y tanto las cifras de empleo privado mencionadas, como el ISM de servicios, en su mejor medición de más de 21 años, lograron mover la balanza a favor del dólar, ante el resto de las monedas que por ahora no encuentran forma de levantar posiciones en forma clara.
Por otro lado, los rendimientos de los bonos del Tesoro, tanto de 10 como de 30 años, han llegado el jueves a máximos de varios años. La corrección posterior no oculta la voluntad de los inversores de volcarse a estos bonos, lo cual va en detrimento de las economías emergentes, que verán salir capitales hacia estos papeles de alta seguridad, provocando a su vez la depreciación de sus monedas. Ello explica, por ejemplo, la cierta inestabilidad que presentan el peso colombiano y el peso mexicano, ambos ligados al petróleo, lo que en principio los favorece, pero también atados a la salida de capitales de sus países. También los metales se ven impedidos de crecer, por los mismos motivos.
Pasando a las monedas europeas, el euro volvió a caer el jueves, producto de los desencuentros entre la Unión Europea y el Gobierno de Italia, por el presupuesto de este país. Si bien las aguas se han ido calmando con el paso de los días, por ciertas concesiones de parte de los italianos, que prometieron aprobar presupuestos con menor déficit en 2020 y 2021, la cuestión está aún en los titulares, y está impactando en el euro, al margen de su caída natural por la fuerza del dólar.
La libra Esterlina, que juega un partido aparte por el Brexit, parece algo más sólida, aunque poco podrá hacer por defenderse si los datos de empleo superan las expectativas. Las promesas de una salida ordenada de Reino Unido de la Unión Europea se hacen cada día más difusas, con declaraciones cruzadas de ambas partes, y con una líder como Theresa May repitiendo como autómata que es mejor no acordar a acordar mal. La libra va y viene entre 1.27 y 1.31 en pocas horas y sin ninguna pista previa, lo cual la convierte en una moneda imprevisible hasta que esta cuestión de aclare.
Mientras todo esto sucede, el petróleo parece haber encontrado un techo, luego de varias versiones que hablan de un acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita para elevar la producción del mismo. El WTI superó los 76 dólares antes de iniciar la corrección, en un rally motivado en las sanciones que Estados Unidos impuso a Irán, y que entrarían en vigencia el mes próximo.
Nos espera entonces una sesión americana más que vibrante, con movimientos cruzados en varios frentes, con un dólar que aparece como ganador. Pero como en reiteradas veces lo hemos dicho en esta columna, cuando en el mercado algo es demasiado seguro que ocurrirá, es mejor no confiar del todo. Las sorpresas son parte de este trabajo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College