Los inversores en acciones se enfrentan a un gran desafío al elegir dónde invertir. Revisar la gran cantidad de datos disponibles en las empresas es vital para evaluar la calidad de las empresas y determinar si son adecuadas para sus carteras. Pero, puede ser un proceso arduo. Cuando evalúa algo como bonos, la consideración primordial es la calidad crediticia. Con las acciones, no hay tal bala de plata. Por lo tanto, los inversores individuales interesados en comprar acciones se enfrentan a una tarea mucho más difícil: realizar una diligencia debida personal o, si tienen asesores, evaluar sus recomendaciones.
Desarrollar un conjunto simple de criterios a seguir para evaluar acciones puede hacer que la tarea sea menos estresante.
Elegir qué acciones comprar: 5 consideraciones clave
Hace décadas, el problema para los inversores individuales era obtener suficiente información sin comprar costosos servicios de suscripción. Gracias a Internet, los inversores ahora tienen acceso a datos gratuitos en tiempo real con solo presionar un botón.
El desafío radica en seleccionar la información correcta para evaluar una acciones específica y evaluarla correctamente. El proceso de selección de las acciones en las que invertir se puede simplificar utilizando cinco criterios básicos de evaluación:
1. Buena Rentabilidad Actual y Futura
Al elegir acciones, es importante tener en cuenta los fundamentos financieros de una empresa, incluidos los ingresos, los márgenes operativos y el flujo de efectivo. Juntos, estos factores pueden dar una idea razonable de la salud financiera actual de la empresa y cuán rentable puede ser a corto y largo plazo.
En el lado de los beneficios, los inversionistas deben considerar qué tan estables son esas ganancias y cómo es la tendencia. Los márgenes operativos más altos suelen ser más favorables que los márgenes operativos más bajos, en términos de medir la eficiencia con que opera una empresa. Revisar las cifras de flujo de efectivo de la compañía, específicamente el flujo de efectivo por acción, es útil para medir la rentabilidad. También es una forma de evaluar si una acción está sobrevalorada o infravalorada.
2. Utilización de activos favorables
La utilización favorable de los activos es la relación de los ingresos obtenidos por cada euro de activos que posee una empresa. Por ejemplo, si una compañía tiene un índice de utilización de activos del 40%, está ganando 40 centavos por cada euro de activos que posee. Diferentes proporciones son favorables en diferentes industrias. De forma similar al margen operativo, el índice de utilización de activos es una forma de medir la eficiencia a lo largo del tiempo.
3. Estructura de capital conservador
La estructura de capital se refiere a cómo una compañía financia sus operaciones comerciales, utilizando deuda y capital. Una estructura de capital conservadora significa que una empresa caracteriza al capital de manera tal que crea suficiente liquidez a corto plazo para cubrir los costes operativos, a la vez que reserva suficiente expansión financiera sin aumentar significativamente la deuda a largo plazo.
4. Impulso de los beneficios
Los beneficios actuales o recientes, la fijación de muchos inversores, no son más que instantáneas de dónde está, o estaba, una empresa en un momento dado. Para ver hacia dónde se dirigen las empresas, busque el impulso de las ganancias, la desaceleración o la aceleración del crecimiento de las ganancias de un período a otro, como lo demuestran los patrones.
Busque estos patrones examinando los informes de ganancias de los últimos ocho trimestres y leyendo las proyecciones de los analistas para las ganancias futuras. Si una empresa registró sus mejores ganancias de los últimos cinco años, hace dos años, y ha sido mediocre desde entonces, puede estar bajo una creciente presión competitiva.
5. Valor intrínseco (en lugar de valor de mercado)
El valor intrínseco lo determinan los analistas que utilizan modelos complejos de valoración absoluta y relativa. Disponibles para inversores individuales online, estas cifras son una forma de superar el ruido del mercado para controlar el valor real de una acción.
En el corto plazo, el valor intrínseco puede variar significativamente del valor de mercado, que está influenciado por la percepción y los factores de inversión conductuales. Lo ideal es que desee acciones cuyo valor intrínseco sea mayor que el valor de mercado, ya que esto puede sugerir un eventual crecimiento de los precios.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa