El 14 de mayo les comenté que, “a nivel macroeconómico, nada invita a invertir en DIA. Sí, es verdad que ha caído mucho y que cotiza a precios atractivos, pero lo que hoy es barato mañana puede ser caro y veo varias razones que no me inspiran confianza»:
Entre las razones que les expuse estaban las siguientes:
- – El devenir de las divisas de Brasil y Argentina, ya que la compañía tiene presencia en ambos países.
- – Todo lo que está aconteciendo en Argentina que ha llevado a su moneda a nuevos mínimos históricos.
- – En Brasil, además del tema de la divisa, hay otro motivo de preocupación, concretamente las aperturas de nuevas tiendas y supermercados, que no van al ritmo previsto inicialmente.
- – La competencia en el sector ya no se resuelve con precios baratos a los clientes, más que nada porque hemos entrado precisamente en una guerra de precios, por lo que DIA tendrá que reinventarse.
- – El mensaje de optimismo que lanzaban desde la alta cúpula de la empresa acerca de que estaban a punto de remontar el vuelo cae en saco roto. Es como en el cuento de Pedro y el Lobo que llega un momento en el que nadie se lo cree.
«Como resultado, el consenso del mercado le ha situado el precio objetivo en torno a 1,80 euros. Mi opinión no ha variado. Un inversor conservador debería de permanecer al margen de esta compañía”.
Pues bien, el escenario se ha cumplido, las acciones han seguido cayendo y llegaron prácticamente al nivel comentado de 1,80 euros, concretamente a 1,808 euros en agosto.
Y es que a los motivos expuestos hay que seguir añadiendo más leña al fuego, por ejemplo que DIA pierde cerca de un punto de cuota de mercado a favor de Mercadona que sigue líder en el mercado español; o bien que Norges Bank, el banco de Noruega, ha rebajado su presencia al pasar del 5,4% al 4,92%.
Pero hay más. Hace unas semanas, un demoledor informe de Kepler decía que la compañía podía ser opada casi totalmente y dejar de cotizar en Bolsa. El tema es que Mikhail Fridman ha alcanzado el 29% del capital, lo que deja a su fondo de inversión, LetterOne Investment, al borde de lanzar una OPA sobre el 100% de la compañía. Si bien es cierto que Fridman siempre ha dicho a la CNMV que no tiene intención de lanzar una OPA sobre el 100% del capital, también lo es que lo sucedido le coloca en el límite.
Los inversores son plenamente conscientes de todo, buena muestra es que atendiendo a los datos de la CNMV, el 20,80% del capital está en poder de inversores que apuestan por cortos (ventas).
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es