Crash de OHL en Bolsa al desplomarse el jueves un 23,676% tras la presentación de unas cuentas, que han reflejado una pérdida de 843 millones de euros por el impacto contable derivado de la venta de su negocio de concesiones. La caída de la constructora participada por el grupo Villar Mir a marcar significa un mínimo histórico. Cerró por debajo de la cota de los 2 euros por acción, a 1,9600 euros por título. OHL acumula una devaluación del 48% en lo que va del año. En pocas semanas ha registrado tres rebajas de nota de Moody’s y de nada ha servio, al menos en Bolsa, el lanzamiento de un plan de ajustes y desinversiones que aún sigue acometiendo. Uno de los grandes damnificados es el fondo Santander AM, fondo estrella de Santander, que en la actualidad controla 17,11 millones de acciones de OHL, casi un 6% del capital. De esta participación, el 3,336% corresponde al fondo Santander Small Caps España, especializado en invertir en pequeñas y medianas empresas españolas que cotizan en bolsa. Pero la sangría no queda ahí. Hay grandes fondos de otros bancos y gestoras, además de multid de inversores privados atrapados con fuertes pérdidas.
A mediados de agosto, el Grupo Villar Mir salió del Proyecto Canalejas, el complejo residencial, turístico y comercial de lujo que se levanta en el centro de Madrid, al vender a su constructora participada OHL el porcentaje del 32,5% que tenía en este desarrollo por un importe de 50 millones de euros.
La corporación del empresario Juan Miguel Villar Mir sumó esa venta a las desinversiones que viene realizando para reducir deuda.
Entre ellas, figura la venta hace unos meses de un 12,2% del capital de la propia OHL, que supuso a Villar Mir reducir por vez primera su posición en la constructora por debajo de la cota del 50%, al situarla en el 38,2%.
Las pérdidas anunciadas el miércoles, que suceden a los que la constructora reportó al cierre de los ejercicios 2016 y 2017, son consecuencia de un impacto contable de 550 millones derivada de la venta de su negocio de concesiones.
No obstante, en el plano operativo, OHL también registró una caída del 9% de sus ventas, hasta los 1.445 millones de euros, por la menor actividad constructora, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en un importe negativo de 113,2 millones, lastrado por el coste del ERE acometido a comienzos de año y los ‘proyectos legacy’, los contratos internacionales fallidos. Además, la firma presentó márgenes negativos.
El grupo manifestó no obstante su confianza en revertir esta situación operativa en la segunda mitad del año, gracias a los nuevos contratos de construcción logrados y a la previsión de que empiecen a dar resultados los ajustes de costes acometidos.
OHL mantiene los objetivos que se fijó en el plan de negocio presentado el pasado mes de mayo, en el que dibujó dos años más de ajustes y reducción de costes y su estrategia de relanzarse como mera empresa constructora, con el fin de volver a ganar dinero en el horizonte de 2020.
Para impulsar este plan ha reforzado su cúpula directiva con el nombramiento de dos nuevos directores generales. Estas designaciones suceden a la reciente reestructuración de su consejo para dar entrada a expertos del sector y al nombramiento el pasado mes de junio de José Antonio Fernández Gallar como nuevo consejero delegado, el que constituyó cuarto primer ejecutivo de la compañía en cuatro años.