Los últimos meses de aranceles mutuos por parte de Estados Unidos y China pueden ser solo el comienzo de un prolongado conflicto económico. Sin embargo, los mercados bursátiles de ambos países han subido recientemente a pesar de los nuevos anuncios arancelarios. Pero no se confíe. Los analistas dijeron que los aranceles no eran tan severos como esperaban los operadores, y aún hay esperanzas de reconciliación. Pero la realidad puede demostrar lo contrario ya que las dos economías más grandes del mundo, cada una proveniente de una cultura muy diferente, persiguen su propio desarrollo.
«Ahora tenemos que pensar si esta guerra comercial actual se convertirá en una guerra fría económica. Esperamos que no sea así», señala Jing Ulrich, director general y vicepresidente de Asia Pacífico en J.P. Morgan Chase.
«Todavía hay una posibilidad de que las dos partes lleguen a la mesa de negociaciones», dijo la semana pasada durante una mesa redonda en la conferencia del Foro Económico Mundial en Tianjin. «Y aún existe la posibilidad de que se llegue a algún tipo de reconciliación, y todos sabemos que si la guerra comercial continúa, va a ser una situación en la que todos perderán. Nadie en el mundo se beneficiará».
«China no cambiará su política interna debido a la presión externa», dijo.
«El problema está en el ámbito tecnológico en el que ambos, China y Estados Unidos, quieren ser los líderes. China, por supuesto, ya es pionera en muchas áreas», dijo Ulrich.
‘Cinco años antes que los Estados Unidos’
Pekín se encuentra en medio de un esfuerzo de varios años para hacer que el país pase a depender del consumo para crecer, en lugar de depender de la industria. El gobierno también lanzó su programa «Hecho en China 2025» para alentar la innovación tecnológica nacional.
«Veo a China cinco años por delante de Estados Unidos cuando se trata de integrar la digitalización en la economía«, dijo Arun Sundararajan, profesor de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, durante la misma mesa redonda de la semana pasada.
Sin embargo, dijo, los Estados Unidos aún están por delante de China en investigación y desarrollo en inteligencia artificial. También señaló que Japón supera a ambos países en robótica industrial.
La administración de Trump ha dicho que tiene como objetivo el plan «Hecho en China 2025», entre otras quejas contra el gigante asiático. La última ronda de aranceles sobre importaciones chinas por valor de 200 mil millones de dólares ya ha entrado en vigencia a una tasa del 10 por ciento, antes de subirla al 25 por ciento el 1 de enero. Beijing está planificando aranceles contra 60 mil millones de dólares en importaciones estadounidenses a tasas del 10 por ciento y 5 por ciento.
Los analistas de J.P. Morgan han dicho en un informe que esperan que los aranceles afecten el crecimiento del producto interior bruto de China en 0,6 puntos porcentuales. Tal desaceleración se sumaría a la presión negativa existente sobre la economía debido a los esfuerzos de Beijing para reducir la dependencia sobre la deuda y la transición hacia un crecimiento impulsado por el consumo.
«No será fácil», dijo Ulrich. «El camino estará lleno de baches».
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa