Entramos de lleno en terreno de la Reserva Federal, ya que esta semana, concretamente el miércoles a las 20:00 (hora de España), la FED decide sobre los tipos de interés. En principio, se espera que suba las tasas en 25 puntos básicos y ya en la reunión del mes de diciembre vuelva a repetir el mismo movimiento.
Y es que el escenario es propicio para esperar esta hoja de ruta que los inversores vienen descontando desde hace varios meses. La inflación en agosto cayó del 2,9% al 2,7%, por lo que no sólo la entidad tiene terreno abonado para las tasas de interés, sino que sería con un ritmo tranquilo, no habría necesidad de prisas que siempre son malas consejeras. Además, el PIB del segundo trimestre (4,2%) es el mayor en 4 años y ayuda bastante.
¿Y la guerra comercial de aranceles no influye nada? Bueno, qué duda cabe de que es un hecho negativo, pero desde Wall Street están confiados en que no afectará lo suficiente como para poner en entredicho la senda positiva de la economía norteamericana. La previsión es que esta guerra comercial podría hacer que el PIB caiga seis décimas, por lo que no saltarían las alarmas.
Mientras, más de 10.000 millones de acciones cambiaron de manos en las Bolsas de Estados Unidos el pasado viernes, alrededor del 65% por encima del promedio de tres meses.
El balón de oxígeno que está actuando en el billete verde (las divisas emergentes estaban pidiendo a gritos una tregua, ya que el derrumbe de estas monedas frente al dólar provoca que la deuda de éstos países se incremente al estar denominada en dólares) se debe a que los inversores vuelven a apostar por activos de riesgo, regresando a la renta variable en detrimento del dólar que estuvo en buena parte actuando como activo refugio.
El caso es que como consecuencia han salido beneficiados el euro y la libra esterlina, de hecho en los últimos días los hedge funds estaban aumentando sus apuestas alcistas en la divisa comunitaria. Pero no hay motivos para preocuparse, en definitiva la debilidad reciente del dólar frente a las monedas del Viejo Continente podría explicarse por la normalización de la política monetaria de los Bancos Centrales, y los inversores están tomando posiciones, simplemente eso.
Respecto al euro, decir que cada vez son más las voces que creen que la divisa comunitaria llegará a 1,20 frente al dólar, un nivel no visitado desde el pasado mayo, y es que el sentir del mercado es que la guerra comercial entre USA y China podría terminar beneficiando al euro al desviarse el comercio hacia el Viejo Continente.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es