Amadeus entró este lunes en el EuroStoxx 50, indice que incluye a las 50 compañías más relevantes de la Eurozona. Tras su debut en el parqué español en enero de 2011, la compañía se ha revalorizado un 485%.
Por Álvaro Giménez-Cuenca, analista de XTB:
Amadeus se convierte en el sexto valor español del Eurostoxx junto a Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Telefónica y BBVA. Tras una revalorización superior al 35%, la mayor en el selectivo español en lo que va de año, y un 120% en los ultimos tres años cotiza a niveles cercanos a sus máximos históricos. La capitalización de la compañía de soluciones tecnológicas supera ya los 35.400 millones de euros.
La entrada en el Eurostoxx tiene dos principales consecuencias para la compañía. La primera es la visibilidad para los inversores. Su inclusión en el índice europeo supone que gane peso, ya que no se producía ninguna entrada después de que Inditex lo lograse en el año 2011. La segunda consecuencia alude a su volumen puro de contratación. Hay compañías que tienen obligación de posicionarse en acciones del Eurostoxx. Bien pueden ser ETFS que replican al índice, donde estará incluida Amadeus, o bien gestoras que solo realizan compras del índice europeo o un mínimo de acciones son de dicho índice, donde Amadeus también estará incluida.
Las previsiones para la compañía proveedora de soluciones tecnológicas son positivas. Una buena estrategia de su negocio, principalmente basada en la expansión y diversificación de su negocio, la convierte en la mejor compañía del selectivo español en 2018. Confirmación de dicha estrategia tras la compra de la proveedora de soluciones para hoteles estadounidense TravelClik, por algo más de 1.300 millones de euros. Desde Moody´s ven con buenos ojos dicha adquisición, ya que acelera la expansión de su segmente hotelero, refirmando las intenciones de Luis Maroto, CEO de Amadeus.
El primer objetivo a corto plazo de la compañía es reafirmar los 80 euros por acción, que actualmente acaba de perder posiblemente por consolidación de beneficios por parte de los accionistas, formando un soporte consistente para el medio plazo. De continuar con esta estructura de máximos y mínimos crecientes, y tomando como impulso el nivel de los 77 euros por acción, la compañía dibuja un impulso alcista hasta los 90 euros por acción en un medio plazo.