El NAFTA es un acuerdo comercial celebrado entre los tres países de América del Norte (Canadá, Estados Unidos de América y México). Fue firmado en noviembre de 1993 y entró en vigor en enero de 1994. Los objetivos eran favorecer la apertura comercial de América del Norte mediante la eliminación de barreras arancelarias, y facilitar la circulación transfronteriza de bienes y servicios entre los territorios de los tres países firmantes.
Tanto México como Canadá estaban en contra de las propuestas de USA para la renovación del acuerdo de libre comercio, y es que Trump no es muy amigo de este tratado porque piensa que es el responsable de buena parte de puestos de trabajo en USA, puestos de trabajo que irían a favor sobre todo de México. Por este motivo en su campaña electoral tenía este tema enfilado y como una prioridad si llegaba a la Casa Blanca. Prometió renegociar el tratado y alcanzar un acuerdo entre las partes.
Las negociaciones entre las tres partes, se han prolongado durante más de un año, ejerciendo presión sobre el peso mexicano y el dólar canadiense.
¿Y por qué les comenté el pasado mes de enero que todo ésto sería negativo para el dólar canadiense? Aparte de que afectaría a su economía, el Banco de Canadá (BoC) podría verse obligado a alterar su hoja de ruta. Además, Trump amenazó con eliminar por completo el tratado e implementar medidas proteccionistas, hecho que lastraría a las compañías canadienses.
En el gráfico pueden ver la evolución éste año del dólar USA frente al dólar canadiense, pueden ver que es claramente alcista la tendencia, mostrando la evidente debilidad de la moneda de Canadá.
La buena noticia es que México y USA prácticamente llegaron a buen puerto (sellaron un pacto bilateral que se llamará Acuerdo comercial entre Estados Unidos y México) y con Canadá la cosa parece también encauzada. En realidad, se hará un nuevo acuerdo para reemplazar el Nafta.
Canadá ya sabe cuál es la idea de Trump para Canadá: negociar un nuevo acuerdo comercial o apechugar con los aranceles a sus coches. No hay más. El órdago está lanzado y la pelota está ahora en el tejado canadiense. Pero seguramente firmen en pocos días y se acaben los problemas.
¿Pero qué diferencias hay entre el antiguo NAFTA y el nuevo acuerdo?
- – Coches: representan el principal factor en el déficit comercial de 69.000 millones de dólares con México, cuya reducción Trump se ha fijado como prioridad. El nuevo acuerdo exige que el 75% de las partes de los vehículos sea fabricado en Estados Unidos o México, y que entre el 40% y el 45% de sean fabricados por trabajadores que ganan al menos 16 dólares por hora.
- – Finalización: se revisará el tratado cada seis años, y si hay problemas finalizará 10 años después de su revisión.
- – Propiedad intelectual: se fortalece la protección de los derechos de propiedad intelectual estadounidense.
- – Trabajo: México se compromete a implementar medidas concretas para reconocer los derechos de los trabajadores a la negociación colectiva.
- – Alcohol: Estados Unidos seguirá reconociendo el tequila y el mezcal como productos típicamente mexicanos, mientras que México reconocerá el bourbon y el whisky de Tennessee.
- – Agricultura: se preserva una zona libre de aranceles para los intercambios entre los dos países y se pactan una serie de mejoras para reducir potenciales distorsiones.
- – Comercio digital (libros electrónicos, música, videojuegos, etc): se prohíben las aplicaciones de aranceles u otras medidas discriminatorias al tiempo que se facilitan las transacciones digitales.
- – Status quo: la aplicación del arancel del 25% a las importaciones de acero y del 10% del aluminio no se resuelve con la firma de este acuerdo. En ésto no hay cambios, USA mantiene sus aranceles y México sus medidas de represalia.
Ford, General Motors y Fiat Chrysler reaccionaron con subidas en la Bolsa, más que nada porque los términos del nuevo acuerdo son más benévolos que los aranceles que se impondrían en su defecto.
Para México es todo un alivio este nuevo acuerdo, ya que su economía tiene una importante dependencia del exterior y algunos lo han descrito como “el mejor acuerdo posible bajo las circunstancias actuales”.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es