Sorpresivamente, lo que parecía un suave paseo del dólar al alza en prácticamente todos los frentes, se transformó en un mar de dudas, a partir de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hechas esta misma semana.
Con poca inocencia, Trump se mostró muy disconforme con la política monetaria de la Fed, que consiste en elevar la tasa de interés en forma periódica, siguiendo la evolución de la inflación y la tasa de desempleo. Ambas variables justifican largamente los incrementos que vino realizando el organismo, y tal vez más aún los que planifica hacer durante 2018, uno en septiembre y otro en diciembre.
Trump, como todo presidente, quiere que su moneda esté lo más devaluada posible para que su economía sea competitiva. Pero su política económica tiende a que el PIB local crezca en forma geométrica, como lo ha venido haciendo en los últimos trimestres, aún a costa de que la inflación se dispare. La Fed tomó nota de todo esto, y no ahora, sino hace mucho tiempo, y actúa en consecuencia.
Y precisamente este miércoles, a las 2:00 pm del este, se conocerán las Minutas de la última reunión de la Fed, que tuvo lugar tres semanas atrás. Se trata de un acta que refleja las discusiones de los miembros del FOMC, el Comité designado por la entidad para fijar la política monetaria, y que en este caso parece haber dejado en claro que seguirá elevando la tasa como quedó antes mencionado.
Estas Minutas no suelen ser demasiado importantes en términos del impacto que generan sobre los precios, salvo alguna sorpresa. Pero nadie tenía en cuenta que aparecía Trump con sus quejas, y lo que parecía un día más para el mercado, ahora se encuentra con una disputa durísima entre el mandatario y la Fed, que tiene un doble desafío: no equivocarse en sus decisiones, y mostrar que es independiente del poder político. El presidente de la Fed, Jerome Powell, no debe estar pasando sus horas más cómodas, toda vez que está sentado en su silla por designación del propio Trump, un especialista en buscar enemigos.
El mercado, por el momento, castiga al dólar y le da la razón a Trump, pensando tal vez que la Fed ha dejado de ser independiente. Sin embargo, la disparada del euro, el franco suizo y, en menor medida, de la libra Esterlina y el dólar australiano, pocas horas antes de las Minutas levanta algún tipo de sospecha. ¿Será qué se venden dólares para volver a comprarlos cuando el comunicado sea contundente y la Fed vuelva a ser creíble? ¿O acaso es el inicio de una caída del dólar? La respuesta, o parte de ella, la tendremos en la tarde americana.
A todo esto le hace poco caso la bolsa de Nueva York, cuyos índices principales operan de nuevo cerca o en máximos históricos. El martes, el S&P500 volvió a tocar una marca record, en medio de ganancias corporativas brillantes, y un buen futuro por delante. Este rally del índice, que siguen en línea los demás, comenzando por el Dow Jones, es el más largo de la historia, con más de nueve años de duración.
Lo que no aparece tan brillante es la situación de la parte del mundo con economías emergentes. La devaluación del real brasileño, que cayó el martes de 4 unidades ante el dólar, puede estar anticipando una nueva crisis para varios países cuyo estado de fragilidad depende en parte de cuestiones políticas, como Argentina, México o Colombia. Los próximos días serán fundamentales, aunque vale acotar que si la crisis llega a Brasil, su gravedad puede ser mayor a la de Turquía, cuya propia crisis aún está lejos de terminar.
Una sesión americana que, sin dudas, dejará mucho para el análisis, con oportunidades que, en principio, aparecerán más claras en la tarde de Nueva York.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College