- Triplicó su beneficio en 2017 y mantienen sus previsiones para 2018
- Mantiene un patrón rectangular impecable
- El consenso de los analistas sitúa su precio objetivo en torno a los 13,50-13,65 euros.
Acerinox obtuvo un beneficio neto en 2017 que casi triplicó al cosechado el año anterior, siendo su mejor resultado de los últimos diez años. Contó a su favor, entre otros elementos, con la reforma fiscal estadounidense.
Posteriormente, la bajada de los precios del extra de aleación de acero inoxidable en enero llevó a la compañía a recortar un 40% su beneficio en el primer trimestre del presente ejercicio.
La compañía abonará el próximo 5 de julio un dividendo en efectivo por un importe de 0,45 euros brutos por acción. El último día de negociación de la acción con derecho a cobro de dicho dividendo será el 2 de julio, cotizando ya ex-dividendo el día 3 de julio.
Acerinox tiene más del 50% de sus activos en territorio estadounidense, por lo que las medidas de proteccionismo de Trump le favorecen. Los aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio son “positivos” para el acero inoxidable fabricado en Estados Unidos y beneficia a Acerinox, que lo fabrica y además tiene una empresa productora en Estados Unidos.
Por tanto, teniendo en cuenta que el negocio de Acerinox en EE.UU. marcha bien, que están produciendo al 100% de capacidad y que son líderes del acero inoxidable en el país con una cuota del 20%, la cosa debiera de pintar bien. Eso sí, es importante ver la reacción y las medidas de represalia desde el Viejo Continente.
De todas maneras, la previsión de beneficio se mantiene intacta: 239 millones de euros.
El consenso del mercado le otorga un precio objetivo en torno a los 13,50-13,65 euros.
Técnicamente hablando, pueden ver en el gráfico el patrón rectangular qué bien está actuando por arriba y por abajo, siendo de momento impecable.
Este patrón, también denominados zona de congestión y zona de consolidación, son formaciones gráficas en las que el precio se mueve dentro del rango de manera lateral, entre otras razones, porque el rectángulo no presenta tendencia alguna.
La estructura del rectángulo consta de dos líneas horizontales, la superior y la inferior, actuando la primera como resistencia y la segunda como soporte. Por tanto, a diferencia de otros muchos patrones, la estructura no está conformada por dos directrices inclinadas, sino por dos niveles horizontales al más puro estilo de los soportes y resistencias.
Dos ideas al respecto de este patrón:
- Mientras el precio se encuentre en rango rectangular, se compra en la parte baja (largo) y se vende (corto) en la parte alta y así sucesivamente hasta que se produce una fuga o ruptura.
- Cuando por fin el precio sale del rango, es momento de entrar en la dirección de dicha fuga, si rompe por arriba hay que comprar, si rompe por abajo hay que vender.
En un rectángulo, el volumen es reducido mientras no logre salir el precio, hecho que entonces sí incrementa el volumen gracias a la rotura del rango.
Hay una regla que puede servir como “pista” de lo que hará el precio. Si las subidas se producen con elevado volumen y las bajadas con poco volumen, seguramente el precio termine rompiendo por arriba el rectángulo. En cambio, si las subidas llevan aparejadas poco volumen y las bajadas experimentan incremento del volumen, seguramente el precio termine rompiendo por abajo el rectángulo.
No es una regla matemática, pero suele anticipar generalmente el desenlace final.
- Soportes: 11 y 10,66 euros
- Resistencias: 12,38 y 12,65 euros.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es