En cuanto a sus resultados, Acciona logró un beneficio neto de 61 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa un crecimiento del 2,9% respecto al primer trimestre del 2017, siendo el principal motivo el alza del negocio energético y la buena evolución de los márgenes del negocio de Infraestructuras. Por su parte, la facturación repuntó el 2,8%, hasta 1.680 millones de euros y cerró el trimestre con una deuda financiera neta de 5.374 millones, un 2,9% más que un año antes, pero reaccionó gracias a una refinanciación de 1.300 millones de euros.
Fue de los valores que mejor reaccionaron tras el cambio de gobierno en España, subiendo más de un 10% en su momento porque se espera que el PSOE de su respaldo a las energías renovables (de hecho han creado el Ministerio para la Transición Energética y Medio Ambiente). Así pues, digamos que buena parte del atractivo que presenta la compañía se basa en esta expectativa.
De todas maneras, tras la alegría inicial ha llegado la calma y la lateralidad que nos acompaña desde el 7 de junio.
Interesante también la atractiva rentabilidad por dividendo, cercana al 4%, que es otro motivo a tener en cuenta.
En este primer gráfico pueden ver la maravilla del soporte, impecable, siempre que fue tocado rebotó el precio al alza. Es la zona de los 58,85-59,50 euros la clave de todo, donde seguramente si regresa el precio muchos inversores volverán a cargar su munición para buscar otro rebote al alza.
En el segundo gráfico, además de que se ve también el soporte indicado, he querido que observen el efecto de la sobreventa. La regla es sencilla: soporte + sobreventa tiende a fortalecer el soporte y lo hace más firme y fiable de cara a que el precio rebote al alza al ser tocado.
Así pues, si el precio regresa a los 58,85-59,50 euros y coincide con que de nuevo tenemos sobreventa, puede ser una nueva oportunidad de compra.
El consenso del mercado le da un precio objetivo de 81,96 euros.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es