«En mis más de 50 años de experiencia en el mundo de la inversión y de las finanzas, he visto de casi todo. Por ejemplo, la muerte de la Bolsa clásica y la irrupción de las máqiuinas como dueñas absolutas del patio. He visto cómo los dioses también mueren. Dioses con pies de barro. Uno de ellos, el dios Mercado pasó a mejor vida hace mucho tiempo. Leo definiciones como «el mercado de valores es un tipo de mercado de capitales de los que operan alrededor del mundo en el que se negocia la renta variable y la renta fija de una forma estructurada, a través de la compraventa de valores negociables. Permite la canalización de capital a medio y largo plazo de los inversores a los usuarios. El conjunto de normas y participantes (emisores, intermediarios, inversionistas y otros agentes económicos) tiene como objeto permitir el proceso de emisión, colocación, distribución e intermediación de los valores inscritos en el Registro Nacional de Valores o internacional se puede deducir…»
«También, que los Mercados de Valores en la actualidad son automatizados y la mayoría de las operaciones se realizan mediante los ECN, que son simplemente un conjunto de servidores (computadoras) que contienen el sistema o programa donde confluyen todos los compradores y todos los vendedores de manera virtual. Usualmente las corredoras proporcionan las cotizaciones utilizando acciones de su propio inventario para venderlas y comprarlas a sus clientes. Es por ello que se les denomina los «hacedores del mercado» (market makers), pues son ellos los responsable de mantener la liquidez de los mismos.
Un «operador al detalle» (retail trader) no tiene acceso al mercado en si, necesita de una plataforma (directa o indirecta) para realizar sus operaciones bursátiles. Estas plataformas las proveen las corredoras y cobran a sus clientes una comisión por cada transacción realizada. En muchas ocasiones también exigen un pago mensual por el uso de dicha plataforma. No todas las corredoras ofrecen plataformas con la modalidad ECN, sino más bien una especie de mercado sintético donde usted le compra y le vende directamente a la corredora. Esto tiene la ventaja de que usted siempre pagará por sus acciones el precio que ve en la cotización al momento de realizar la transacción, pero tiene la desventaja de que «la diferencia» en la cotización usualmente es mucho mayor en comparación con el mercado real…»
«Y antes de todo esto, yo mismo expuse en conferencias el concepto de eficiencia de los mercados. O como los mercados son soberanos y siempre tienen la razón. Hoy son recuerdos, efemérides. Hace tiempo que la Bolsa, el mercado de valores, ha muerto. Las máquinas juegan con las variables económicas a su antojo, sin sentimientos. Los grandes fondos de inversión destrozan bolsillos, capitalizaciones. Matan sentimientos. Unos dicen que la Bolsa es un casino. Yo, que ha muerto. La mesa de juego es propiedad de tres grandes bancos de inversión. Dos de las más poderosos están muy vinculados al nuevo gobierno de Trump ¡Dios nos libre de sus tropelías!
«Ni eficiente ni soberana. La Bolsa ha muerto. Pero es lo que hay. Si quiere seguir en la partida debe asumir las nuevas condiciones, las nuevas reglas de juego. No vale mirar al pasado. Sea prudente. Muy, muy prudente. Mandan tres. O cuatro, como mucho…»
(De la conversación mantenida con el que fuera uno de los grandes operadores de la Bolsa española hasta no hace mucho tiempo)
Escribe David Galán Yo recomiendo aprender de los mejores,pero no plagiar sus inversiones.Hasta los mejores cometen errores monumentales. Soros en 2015/2016 avisaba de grandes caídas en USA y el mercado subió mucho +.Carl Icahn se deshizo de lo que le quedaba de Apple antes de que subiera otro 100%
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa