El 10 de junio es una fecha a vigilar, se vota en referéndum en Suiza la iniciativa Vollgeld, la cual busca impedir la creación de dinero por parte de los bancos privados (de momento los sondeos dan una ligera ventaja al NO, pero todo puede suceder). Pero si ganase el SÍ en Suiza se acabaría con la banca fraccionaria.
El origen de esta iniciativa es del año 2011 para mentalizar a las personas del peligro que supone que los bancos puedan crear dinero de manera ilimitada.
La idea es que las entidades bancarias no puedan tocar el dinero que los clientes tienen depositado en cuentas corrientes para ofrecer créditos, y es que, como ustedes saben, los bancos pueden utilizar nuestro dinero depositado para conceder créditos a otros personas.
Así pues, se pretende limitar la actividad de la banca comercial con los préstamos para evitar crisis económicas como la de 2008 y que los gobiernos no tengan que rescatar a las entidades financieras.
De ganar el SÍ, supondría el final del sistema de reserva fraccionaria en Suiza, el cual otorga a los bancos la facultad de generar una cantidad de crédito muy superior a la cantidad de reservas que mantienen en el banco central. Y ello se traduciría en dos cosas:
- Los bancos, a diferencia de lo que han tenido que hacer siempre (sólo tenían que mantener una cantidad de todos los depósitos y cuentas corrientes como reserva para atender a los clientes que decidan sacar su dinero), tendrían que tener el 100% del dinero disponible por si los clientes reclaman su dinero.
- Los bancos se convertirían en almacenes de dinero, su función sería de seguridad, y en vez de pagar por tener ese dinero, cobrarían por la custodia.
- Los bancos podrían dar crédito usando sus recursos propios y beneficios.
Pongamos un ejemplo llevado a la máxima simpleza: imaginemos un banco que tiene 100.000 clientes y cada uno de ellos tiene depositados 1.000 euros. Esto significa que el banco debería de tener en su caja 100.000.000 de euros para devolver a los clientes si así lo exigen. Pero todos sabemos que la realidad es bien distinta, el banco suele tener disponible tan sólo el 8-10% como mucho de esa cantidad, es decir, 10.000.000 euros, porque el resto (90.000.000 euros) lo ha prestado a clientes en formato hipotecas o préstamos personales (este es el verdadero negocio de los bancos, coger dinero y prestarlo con intereses). Claro, el problema vendría si los clientes de pronto quieren sacar su dinero, concretamente si en total quieren retirar más de 10.000.000 euros que es lo que tiene en la caja la entidad. En este caso, el banco quiebra.
Pues bien, con la iniciativa Vollgeld esto no podría suceder nunca, al menos no debiera. En principio está bien pensado ¿verdad? Daría tranquilidad a los clientes del banco al saber que si por algún motivo muchos clientes acuden en masa a retirar dinero, el banco no va a quebrar, por lo que otros clientes están tranquilos y no tienen que ir corriendo también a sacar su dinero pensando que sólo los primeros en llegar lograrán recuperarlo y los siguientes se quedarán en nada. Esta forma de razonar es la que acaba con los bancos, el efecto contagio se llama.
Lo que sucede es que en la vida las cosas no son tan sencillas. Además, los bancos no caen así como así, pero bueno.
El presidente del BNS (Banco Central de Suiza) dejó claro que esta iniciativa crea unas expectativas irreales y que su aplicación tendría serias consecuencias para el país. Esperen, ya se las digo yo:
- El crédito y la financiación se encarecerían bastante con mayores intereses en los préstamos, suponiendo un lastre para las familias y empresas.
- Los depósitos bancarios no darían intereses, todo lo contrario, tendrían un gasto que veríamos quién lo asumiría (adivinen a quién le toca siempre, a los clientes).
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es