“No se habla de otra cosa en el mercado: Italia, España, España, Italia…Un poco de Trump, un poco del petróleo, un poco de la fortaleza del dólar, pero básicamente España, Italia, Italia y España”, nos comentaba un operador ayer por la tarde y tenía razón.
La incertidumbre política en Italia está provocando una fuerte volatilidad en el mercado de deuda del país, que se está contagiando a los mercados de valores de todo el mundo. Nada que no hayamos visto antes y nada que no veremos después.
Varios bancos de inversión estadounidenses están aconsejando a sus clientes que deshagan parte de sus posiciones de riesgo europeo porque la incertidumbre en el medio plazo continuará, y la presión vendedora también. Sin embargo, hay analistas independientes que están recomendando todo lo contrario, comprar en estas correcciones. ¿Por qué?
Según Mark Hulbert, columnista de Market Watch, en los episodios de incertidumbre política que hemos vivido en los últimos años siempre se ha producido el mismo patrón en los mercados de valores: Caídas iniciales, y recuperación posterior para cotizar en el corto/medio plazo por encima de los niveles de anteriores.
“Quizás el episodio más ilustrativo de este hecho fue la reacción de los mercados al referéndum del Reino Unido en junio de 2016 sobre la salida de la Unión Europea. El Dow Jones de Industriales cayó casi 1.000 puntos en los dos días posteriores al voto. Pero sólo ocho sesiones después, el Dow Jones ya cotizaba por encima de los niveles previos al Brexit”, afirma Hulbert.
Hulbert cree que el ejemplo de Grecia es más comparable a la crisis italiana actual. La crisis griega que comenzó a finales de 2009 provocó una importante incertidumbre sobre la viabilidad misma de la Unión Europea. El miedo a un efecto dominó atenazó a los mercados, y provocó fuertes caídas en las bolsas europeas. Bien, pues Hulbert recomendó en esos momentos que se aprovecharan las caídas en bolsa para comprar, particularmente en el mercado estadounidense.
Esta recomendación se basaba en el comportamiento de los mercados en cuatro crisis de deuda soberana anteriores a la griega: La de México de 1994, la de Tailandia en 1997, la rusa en 1998, y la argentina en 2001.
El gráfico de abajo muestra cómo evolucionó en promedio el mercado de valores americano tras esas crisis. El nivel de 100 representa el nivel en el que estaba la bolsa en justo antes de que se desatara la crisis. Vemos como la subida en los siguientes años fue importante.
En resumen, en base a experiencias anteriores, lo más racional parece aprovechar las caídas que están sufriendo los mercados de valores para tomar posiciones, no vender.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa