El Bund (bono alemán a 10 años) marcó el pasado viernes la mayor ganancia semanal en dos años. Los bonos españoles sucumbieron el viernes por los nubarrones políticos que acechan en el país, incluso superaron a los italianos. Por su parte, el diferencial entre los rendimientos del Tesoro de EE.UU. y los alemanes superó los 253 puntos básicos, el nivel más alto desde 1989.
Las causas del auge del Bund son las siguientes:
- El tema de Italia con los mini BOT y el riesgo de que busquen que sea una moneda paralela encubierta que les permita eludir el gasto público de la UE y las restricciones de endeudamiento.
- El riesgo de que el crecimiento económico en la eurozona se esté enfriando.
- El riesgo de moción de censura en España.
- El avance del proceso secesionista en Cataluña.
- La crisis monetaria de Turquía con su divisa.
- El tema del proteccionismo de Estados Unidos que no cesa.
Todo ello suma para que la deuda germana gane atractivo para el inversor.
Prima de riesgo
La prima de riesgo es el diferencial entre la rentabilidad del bono de un país en comparación con el alemán; dicho de otra manera, es el sobreprecio que exigen los inversores por comprar la deuda de un país frente a la deuda alemana, cuyo precio es el que se utiliza principalmente como referencia al ser considerada como la más segura y menos proclive a experimentar demasiada volatilidad.
La cuestión es que, a menor riesgo, menor rentabilidad, por lo que los inversores aceptan obtener menos intereses (y por tanto menor rentabilidad) cuando adquieren bonos alemanes en el mercado secundario.
La cuestión es que, si la prima de riesgo está elevada y, por tanto, a los bancos les resulta más caro financiarse, incrementarán los intereses que cobran a los clientes por conceder créditos. Y es aquí donde viene toda la vorágine con sus consecuencias: al ser los préstamos bancarios más caros, llega menos dinero a las pymes (pequeñas y medianas empresas) y a las familias, con lo que gastan menos dinero, de manera que el consumo cae con fuerza y la economía se resiente enormemente.
Pero aquí no acaba todo, cuando piensen que es imposible que la cosa vaya a peor, sean cautelosos. Pues bien, la sinergia entre que la economía de desploma y que llega menos dinero de los bancos a las empresas, provoca que se incremente el desempleo por verse abocadas muchas pymes a echar el cierre.
Este incremento del desempleo hace que la morosidad bancaria suba por las nubes (por lo que los bancos cierran más aún el grifo de la liquidez), que se produzcan desahucios y un malestar social comprensible.
Hubo una época en que los inversores exigían a los bonos españoles y a los bonos alemanes casi el mismo interés. Es más, incluso llegamos a tener una prima de riesgo negativa (el 25 de noviembre de 2004 era -5,9 puntos).
Claro, eran otros tiempos, a raíz de la crisis económica que comenzó en 2008 la cosa cambió radicalmente, culminando, en un techo de 638 puntos el 24 de julio de 2012.
Bonos y renta fija: qué influye y un ejemplo
Los bonos a 10 años más conocidos son los de Estados Unidos (llamados T-Note), los de Alemania (conocidos como Bund) y los de Suiza.
Estos bonos cotizan en base 100 en el mercado secundario o de negociación de renta fija y pagan un rendimiento periódico anual que se conoce como cupón. Se utilizan, además, para calibrar el estado de la economía del país en cuestión y es una inversión que cuenta con la seguridad de tener a un Estado que la respalda.
Digamos que son instrumentos financieros que otorgan un derecho de cobro para su tenedor. Las empresas los utilizan para financiarse en los mercados de capitales. El inversor puede comprarlos y tienen una rentabilidad a su vencimiento, con lo que invierte en la deuda de la compañía a cambio de un interés pactado previamente y que conoce.
Cuanto menor es el precio del bono, mayor es su rentabilidad, y viceversa. Por tanto, la relación entre el precio y la rentabilidad es inversa.
¿Y por qué si sube la rentabilidad de los bonos es negativo para las bolsas? Pues porque aumentan los costes de financiación de las empresas y éstas también emiten bonos, por lo que si tienen que pagar una rentabilidad mayor verán reducidos sus beneficios. Además, si los bonos ofrecen una mayor rentabilidad, muchos inversores optarán por salir de la renta variable e invertir en renta fija.
Lo que más influye en el rendimiento de la renta fija es el devenir de los tipos de interés. Por ejemplo, si un inversor desea vender títulos de renta fija antes de su fecha de reembolso, corre el riesgo de los tipos de interés, un riesgo que se incrementa sustancialmente cuanto mayor sea el plazo de reembolso de los títulos.
Por tanto, si los tipos de interés aumentan, las nuevas emisiones de renta fija en el mercado primario deberán incrementar sus tipos de emisión y los cambios en el mercado de renta fija ya emitida se reducirán.
Supongamos que una persona compra un bono de nueva emisión con cupón del 5%, que le genera 50 euros anuales en intereses por cada 1.000 euros de valor nominal. Si al año siguiente los tipos de interés se incrementan, ese bono continúa generando 50 euros anuales, pero los emisores de títulos nuevos ofrecerán rentabilidades adaptadas a esos mayores tipos de interés, imaginemos que al 6%.
Aquí aparece el problema, como las personas que ahora compren bonos obtendrán más rentabilidad, para que la persona del bono con cupón 5% pueda venderlo ha de hacerlo por debajo de su valor nominal, por lo que es un mal negocio.
Lo mismo sucede, pero a la inversa, en el caso de que bajen los tipos de interés. En este caso, el bono que se tiene sí es un buen negocio a la hora de venderlo, ya que se haría por encima del valor nominal.
El Bund intentar salir del rango del canal bajista
Técnicamente hablando, pueden ver en el gráfico la formación del último soporte este mismo año que vino acompañado de sobreventa, hecho que refuerza la zona y a partir de la cual se ha formado un suelo de mercado que podría llevar al Bund a intentar salir del rango del canal bajista en el que todavía se encuentra inmerso.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es