Novedades en Europa y en USA. Vamos a echarle un vistazo rápido explicándolo todo para que sean conscientes del momento delicado en el que nos encontramos pese a que de momento impere la tranquilidad.
Europa
Las autoridades europeas no están muy por la labor de que la desaceleración económica del primer trimestre termine pasando factura a la confianza en la economía, más que nada porque ya sabemos que cuesta tiempo y trabajo en lograrla y apenas esfuerzo en que se evapore. Pero para bien o para mal, saldremos de duda pronto porque están al caer una serie de datos macro que deberían inclinar la balanza en una dirección u otra.
Fíjense que el Banco Central Europeo salió rápidamente al quite tras conocerse que la tasa de crecimiento de Alemania se redujo a la mitad. ¿Y qué es lo que hicieron? Enseguida lanzaron el mensaje de que se mantiene un sólido impulso y que la desaceleración es algo coyuntural y no preocupante. Se trataba de contener los temores o especulaciones, de aplicar un cortafuego semántico para que no hubiese dudas y los mercados no reaccionasen mal, sobre todo teniendo en cuenta el delicado contexto geopolítico y económico en el que nos encontramos.
Y es que mientras el BCE asumía su rol protector y de máximo garante de la economía en la zona euro, las reacciones desde el sector empresarial no presentan un optimismo tan radiante, digamos que tienden a ser más realistas, al menos en esta ocasión. Motivos no les falta:
- – La presión del euro (sube un +13%): compañías como Continental y Volkswagen reconocen abiertamente que la fortaleza de la divisa comunitaria afecta negativamente a sus resultados y de mantenerse esta situación de manera constante supone toda una amenaza.
- – Los precios del petróleo (los más altos en cuatro años). ¿Cómo nos afecta la subida petróleo? Afecta a la factura de la luz, del gas, la gasolina, el combustible, el transporte publico, la inflación, menor poder adquisitivo, menos empleo.
- – La posible guerra comercial entre USA y China: aunque están inmersos en negociaciones, ambas partes reconocen que va para largo y que no está siendo nada sencillo.
- – La presión inflacionista debido al auge de las materias primas, hecho que supone también que la FED suba tipos de interés, seguramente en la reunión del 12-13 de junio veamos un nuevo movimiento al alza.
El tema es que el crecimiento económico en países como Alemania, Holanda y Portugal se desaceleró más de lo previsto este primer trimestre del año, a la vez que la expansión de la eurozona cayó a 0,4%.
USA
A) Bono USA
Pues sí, el índice de referencia de endeudamiento global superó el 3.0516%, el máximo intradía del 2 de enero de 2014, y alcanzó el 3.0539% después del informe que muestra que las ventas minoristas aumentaron en abril. Además, se espera que la Reserva Federal aumente aún más las tasas de interés y las expectativas de inflación están cerca del nivel más alto desde el 2014, después de años de dudas sobre si los precios y los salarios aumentarían. Los inversores ahora están mirando si el rendimiento del bono USA a 10 años llega al 3,20%, nivel que coincidiría con los máximos de mediados del 2011. La estimación media en una encuesta en Wall Street es que el rendimiento del bono finalizará en 3,19% este año.
B) Curva rendimiento
El aplanamiento de la curva de rendimiento se refiere a una menor diferencia en los rendimientos entre los bonos del gobierno de vencimiento más largo y los de corto plazo. Su curva invertida se refiere a que los rendimientos a más largo plazo están por debajo de los que tienen vencimientos más cortos.
Los miembros de la FED tienen el aplanamiento de la curva de rendimiento en mente pero con diferentes formas de verlo. Unos se preocupan por nuevas subidas de tipos de interés y otros ven el proceso como una parte normal de la normalización de la política monetaria a medida que la economía toma impulso.
Sí, la brecha entre los rendimientos de los bonos de USA de corto y largo plazo tiene en vilo a los inversores, más que nada porque se tiende a pensar que suele ser el preludio de una desaceleración económica. Lo que pasa es que no es una ciencia exacta, y por tanto, no tiene por qué ser así.
Fíjense que si nos remontamos a los años 90 podemos ver que la economía puede seguir al alza durante un amplio periodo de tiempo pese al aplanamiento de la curva de rendimiento. En aquella ocasión, la FED subió los tipos de interés 300 puntos básicos durante doce meses y luego los bajó en 75 puntos. La curva de rendimiento promedió 35 puntos desde 1995 hasta 1999, (50 puntos más o menos hoy en día). ¿Y qué sucedió? Pues que la economía y las Bolsas (el S&P subió en dicho periodo casi un 140%) subieron como la espuma y el PIB voló.
Veamos algunos comentarios de miembros de la FED:
- – James Bullard: las políticas del banco central son las culpables del aplanamiento y hay que tener cuidado de no invertir la curva con alzas agresivas de tasas. Se opone a nuevas subidas de tasas.
- – Robert Kaplan: si subir los tipos de interés no ayuda en ese sentido, hay que tomárselo con calma.
- – Charles Evans: la curva de rendimiento es menos preocupante que hace unos meses.
- – Randal Quarles: no ve el actual aplanamiento de la curva de rendimiento como una señal particular de recesión.
- – John Williams: una curva de rendimiento verdaderamente negativa era una advertencia de recesión poderosa, pero el aplanamiento de la curva de rendimiento que hemos visto es hasta ahora una parte normal del proceso.
- – Patrick Harker: espera que la curva de rendimiento se intensifique en el medio plazo, pero si eso no ocurre entonces estaría dispuesto a desacelerar el ritmo de los aumentos de tipos de interés.
- – Eric Rosengren: una curva de rendimiento más plana no indica una recesión y en realidad no le preocupa tanto.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es