Veamos lo que sucede con los principales Bancos Centrales, ya que dentro del actual contexto de medidas proteccionistas de Trump hay que saber dónde nos encontramos.
Banco de Australia
Con una inflación por debajo del objetivo del Banco de Reserva de Australia, no tendrán prisa en seguir a la Reserva Federal. Mientras que se espera que la economía de Australia se expanda por encima del 2,75%, no será lo suficientemente rápido como para forzar un aumento en la tasa de interés. De hecho, las minutas de la reunión de este mes indican que los precios no registran cambios este año y un incremento de un cuarto de punto solo sería viable en la primera mitad del 2019.
Banco de Japón
La entidad dice que Japón no está en deflación pero todavía no ha alcanzado su objetivo de inflación del 2%, por lo que hay que seguir sopesando tanto los beneficios como los efectos secundarios de todo movimiento de política monetaria y es necesario que siga existiendo una política acomodaticia para poder mejorar la producción. Mientras que la economía de Japón se encuentra en medio de la mayor expansión en casi tres décadas, el BOJ se enfrenta a desafíos en los próximos años.
El hecho es que la entidad sigue con los estímulos para alcanzar su objetivo de inflación y lidiar con la desaceleración del gasto de los consumidores. Y es que la expansión económica de Japón no ha causado que la inflación se acelere al objetivo del 2% (el IPC subyacente subió un 0,9%). Las encuestas para el índice Tankan elaborado por el Banco de Japón mostraba que la confianza en la industria mejoraba en marzo y que el sentimiento empresarial en el sector servicios alcanzaban máximos de tres años, dando señales de unas perspectivas de sólido crecimiento en la economía japonesa.
Aun así, no se espera que este año Kuroda mueva ficha.
Banco de Inglaterra
El Banco de Inglaterra mantuvo la tasa de interés sin cambios en 0,5%. La novedad fue que la votación en el Comité de Política Monetaria fue de 7 a 2, con dos miembros pidiendo una subida inmediata. De todas maneras, el mensaje es que cualquier subida en la tasa de interés se dará a un ritmo gradual y de forma limitada. En lo que respecta a los riesgos para el panorama económico, el banco central sigue poniendo al Brexit como el más significativo y también advirtió de que un incremento en el proteccionismo puede tener un impacto significativamente negativo en el crecimiento mundial y agregar presiones inflacionarias.
En la próxima reunión, la del 10 de mayo, el consenso de que se producirá una subida en la tasa de interés va en aumento y más aún tras la reunión de la pasada semana del BoE. De ser así, Reino Unido viviría su segunda subida de tipos después de que el Banco de Inglaterra los elevara el pasado mes de noviembre por primera vez en la última década. Además, estas subidas estarían en línea con la que acometió la Reserva Federal al elevar los tipos en 25 puntos básicos. Las subidas de tipos estarían encaminadas a reconducir la inflación hasta cerca de su objetivo del 2%, pese a que en febrero se ralentizó del 3% al 2,7%, su nivel más bajo desde el pasado mes de julio.
Banco de Nueva Zelanda
El Banco Nacional de la Reserva de Nueva Zelanda decidió mantener sus tasas de interés en el 1.75%, tal y como se esperaba. La política monetaria seguirá siendo acomodaticia durante un período considerable de tiempo ya que sigue habiendo muchas incertidumbres. Las expectativas de inflación a largo plazo permanecen en torno al 2% y se espera que la inflación futura se incline hacia una tendencia ascendente. En todo caso, reconoce que la inflación se debilitará aún más en el corto plazo debido a la moderación en los precios de los alimentos y la energía.
Banco de Canadá
El Banco de Canadá anunció su decisión de mantener en el nivel de 1,25% la tasa de interés, según lo previsto, en momentos en que crecen las medidas proteccionistas de Estados Unidos y reconoce que la política comercial es una fuente creciente y significativa de incertidumbre para el país. La idea subyacente es que se necesita un ajuste continuo de la política monetaria para mantener la economía operando normalmente, así como niveles adecuados de inflación.
La entidad comentó que el crecimiento del producto interno bruto en la segunda mitad de 2017 fue de 1,6%, en gran parte debido al aumento de las importaciones. Por otra parte, hubo un descenso significativo en la actividad del mercado inmobiliario en los meses de enero y febrero de 2018.
El índice de precios al consumidor en febrero subió 0,6%. Se esperaba un avance del 0,5%. La tasa anual pasó de 1,7% a 2,2%.
FED
La FED subió los tipos de interés un cuarto de punto hasta el rango 1,5-1,75% (3 meses después de la última subida), una decisión acordada por unanimidad. La hoja de ruta serían tres subidas en el presente ejercicio.
La entidad también ha elevado las previsiones de crecimiento económico para 2018 al 2,7% desde el 2,5% previsto en diciembre. Creen que la inflación anual debería subir en los próximos meses y que se estabilice en el 2% en el medio plazo.
En definitiva, esperan que con nuevos ajustes graduales en la orientación de la política monetaria, la actividad económica se expandirá a un ritmo moderado en el medio plazo y las condiciones del mercado laboral se mantendrán sólidas y firmes.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es