Un peligro añadido, del que el BCE parece (sólo parece) tomar nota para su regulación. La banca en la sombra alarga su sombra. Ya saben, fondos de cobertura, fondos mutuos, ETFs y demás instrumentos de la insaciable industria financiera. A finales de 2015 el tamaño del sector financiero europeo era de 685 billones de euros.
El 46 % de estos activos correspondía a los bancos y el 39% a la banca en la sombra. Dentro de este grupo de otros intermediarios financieros, los fondos de inversión suponen el 15 % de activos. Un año después, la actividad de la ‘banca en la sombra’ continúa expandiéndose al registrar un crecimiento del 7,6% en 2016, hasta representar 45,2 billones de dólares (36,7 billones de euros) en activos, según se desprende del séptimo informe sobre la ‘banca en la sombra’ global realizado por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) correspondiente al ejercicio de supervisión 2017 con datos de 2016.
El FSB tiene como objetivo evaluar las actividades financieras no reguladas que puedan dar lugar a riesgos de estabilidad en la industria, de forma que ha analizado 29 jurisdicciones entre las que se encuentran por primera vez Luxemburgo y China. La muestra analizada representa más del 80% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
Los activos activos bajo gestión en ‘la sombra’ representa el 13% de los activos totales del sistema financiero de las jurisdicciones analizadas. El ‘shadow banking system’ es definido por la FSB como la intermediación crediticia que involucra entidades y actividades fuera del sistema bancario regulado.
Estados Unidos representa el 31% del total de activos bajo gestión de la ‘banca en la sombra’, hasta 14,1 billones de dólares (11,4 billones de euros), seguido de ocho jurisdicciones europeas (Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y España) que, combinadas, acumulan el 22% o 10,1 billones de dólares (8,2 billones de euros).
Después de EEUU y la UE, se sitúan China –7 billones de dólares (5,7 billones de euros) o el 16%–, las Islas Caimán –4,7 billones de dólares (3,8 billones de euros) o el 10%– y Japón –2,8 billones de dólares (2,3 billones de euros) o el 6%–
(El gráfico adjunto via Holger Zschaepitz @Schuldensuehner va más lejos, con el cálculo de la banca en la sombra respecto al PIB)
Enzo Sánchez
La Carta de la Bolsa