Les vengo comentando desde el año pasado que una de las razones que podía hacer que Acerinox y ArcelorMittal saliesen beneficiadas era que Trump quería imponer tarifas sobre diversos productos, entre ellos el acero, concretamente una tasa del 20% a las importaciones de acero y ello significaría implementar aranceles al gigante asiático y otros exportadores fuertes y que esto redundaría favorablemente para ambas compañías.
ACERINOX
Concretamente en Expansión escribí el 22 de diciembre del 2015 por qué Acerinox, el patito feo, se convertiría en cisne. Sí, han pasado dos años, pero ya advertí en el artículo que la estrategia propuesta era para el medio plazo.
Les comenté “en 7,75 euros podría ser interesante de cara a entrar en el valor con vistas al medio plazo, entre otras razones porque es factible que alcance los 10,70 euros como primer objetivo y los 11,80 euros como segundo objetivo, pero sin olvidar que hablamos a medio plazo”.
Ese día Acerinox abrió en 8,58 euros. El 12 de enero de 2016 (unas tres semanas después), el precio llegó a la zona indicada (7,75 euros) y desde ese momento subió un +83% en catorce meses. Alcanzó los dos objetivos propuestos de 10,70 y 11,80 euros.
Las razones para que les aconsejase esta compañía fueron:
- – Su fortaleza en el exterior al disponer de fábricas en la mayoría de los continentes y vender a más de 80 países. Este hecho le ayuda a diversificar y capear mejor la crisis económica.
- – La implantación de las medidas antidumping en Europa frente a las exportaciones de país de bajo coste como China.
- – La evolución del níquel (que supone más de la mitad de los costes de fabricación de Acerinox).
ARCELORMITTAL
En Expansión les comenté el 3 de julio del 2017 que esta compañía me parecía interesante para comprar.
Ese día ArcelorMittal abrió en 20,16 euros y ha subido de momento un +52,65% en seis meses.
ATENTOS A LAS NOVEDADES EN ESTAS DOS JOYITAS
El secretario de Comercio de USA comentó que podrían imponer cuotas sobre las importaciones de aluminio y acero, incluido un arancel de al menos el 24% sobre las importaciones de acero de todos los países. Si bien es cierto que es el comentario más fuerte hasta ahora de la administración Trump, también lo es que están preparados para su operación “proteccionismo”.
Y es que los sindicatos siderúrgicos estadounidenses han estado presionando a Trump para que cumpla su promesa de proteger la industria. Lo curioso es que el Gobierno parece seguro de que los aranceles propuestos para el acero y el aluminio no romperán las reglas del comercio mundial, a pesar de las advertencias de otros países de que tal medida podría desencadenar en una oleada de represalias.
También se habla de que Trump podría optar por un enfoque más quirúrgico, por ejemplo, con el tema del acero el presidente podría imponer un arancel del 53% sobre las importaciones de 12 países, una lista que incluye a China, Rusia, India y Corea del Sur, pero que permite exenciones para aliados como Japón, Alemania y Canadá.
La realidad es que cualquiera de las opciones de Trump con el acero tendría un impacto más significativo de lo esperado.
China ya ha advertido de que los aranceles propuestos por Estados Unidos para el acero y el aluminio importados carecen de fundamento y que se reserva el derecho de tomar represalias si se imponen.
la verdad es que los aranceles no pueden resolver el problema del exceso de capacidad en China, el mayor productor de acero del mundo. Es más, Estados Unidos y la Unión Europea se han quejado durante años de que los productores chinos de acero se benefician injustamente de los subsidios estatales y arrojan sus productos al mundo a precios inferiores a los del mercado.
Sea como fuere, el proteccionismo se basa en la protección de la economía de un Estado frente a la presunta amenaza que le supondría la importación de productos y bienes de otras economías que son competencia directa. Para ello, se instauran tasas aduaneras y otros tributos impuestos a todos aquellos productos o bienes que procedan del exterior, con la clara intención de obtener un saldo positivo con las transacciones comerciales a nivel internacional.
Dicho lo cual, ahora parece que estamos más cerca que nunca de llegar a este extremo, que de confirmarse en todos sus aspectos, sería otro elemento más para que tanto Acerinox como ArcelorMittal tengan otro buen año bursátil por delante.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es