Normalmente en las mesas de tesorería de renta variable no se habla mucho sobre la estrategia de «invertir en dividendos«. Los especuladores profesionales buscan empresas que mejorarán el precio de las acciones, no aquellas que les otorgan una interesante rentabilidad por dividendo de largo plazo: «Demasiado aburridas, demasiado a largo plazo», recuerdo que me comentaba un compañero hace algunos años al referirse a este tipo de estrategia.
Pero de hecho, la inversión en dividendos suele otorgar una rentabilidad adicional a las carteras muy interesantes como vemos en el siguiente gráfico adjunto:
Cuando una compañía obtiene un beneficio tiene dos opciones: O bien lo reinvierte en el negocio, o bien lo reparte a sus accionistas por medio de los dividendos. El porcentaje del beneficio que se reparte mediante los dividendos lo decide la junta directiva en base a diversos criterios como la estrategia de crecimiento de la empresa, el perfil de los accionistas, la evolución prevista de los beneficios futuros…
Hay teorías económicas que defienden que la mejor opción es repartir un porcentaje menor de los beneficios para reinvertir el resto en la empresa en la empresa, y teorías que por contra creen que los accionistas (dueños de las empresas), tienen que tener la opción de decidir si su dinero se reinvierte en la empresa mediante la compra de nuevas acciones, o se diversifica a otros valores.
Vamos a publicar una breve historia de los dividendos realizada por el analista Jeff Desjardins:
- – 1250: La primera compañía en pagar un dividendo fue probablemente un banco francés llamado Société des Moulins du Bazacle que se creó en 1250.
- – 1602: La Compañía Holandesa de las Indias Orientales fue la primera compañía en ofrecer acciones. Pagó un dividendo que promedió alrededor del 18% anual a lo largo de sus 200 años de existencia.
- – 1684: La Hudson Bay Company fue probablemente la primera compañía norteamericana que pagó un dividendo. El primero se repartió 14 años después de la formación de la compañía en 1670 por el 50% del valor nominal de la acción.
- – 1910: A principios del siglo XX, la mayoría de los inversores solo se preocupaban por los dividendos. En ese momento, se esperaba que las acciones tuvieran un rendimiento por dividendos más alto que los bonos para compensar a los inversores por el riesgo adicional que conllevan las acciones.
- – 2003: Microsoft reparte su primer dividendo después de 28 años de rápido crecimiento.
- – En la actualidad 422 de las 500 acciones del S&P 500 pagan dividendos, incluidas compañías como 3M, Chevron, Walmart y McDonald’s.
- El poder de la reinversión de los dividendos es destacable. Pongamos un ejemplo: Si hubiéramos invertido 10.000 dólares en Coca Cola en 1962 y hubiéramos reinvertido los dividendos, habrían producido más de 2 millones de dólares en 2012, es decir, 50 años después.
No le quiten la importancia a la estrategia de reinvertir en dividendos. Es cierto, como decía mi antiguo compañero, que es una estrategia aburrida y a largo plazo, pero también muy rentable.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa