La CNMV y el Banco de España alertan de los peligros derivados de las subidas «propias de burbujas especulativas» que se han anotado las criptomonedas, entre ellas el bitcoin.
Señalan que «tienen entre sus prioridades ofrecer información al público para que los inversores y usuarios de servicios financieros estén en condiciones de afrontar con confianza la creciente complejidad del entorno financiero. En consecuencia, ambas autoridades creen oportuno publicar este comunicado, dirigido a inversores y en general a usuarios financieros minoristas».
Entre las características básicas de las criptomonedas resaltan que «no están respaldadas por un banco central u otras autoridades públicas», que «no es obligatorio aceptarlas como medio de pago de deudas u otras obligaciones», que «su circulación es muy limitada» y que «su valor oscila fuertemente, por lo que no pueden considerarse un buen depósito de valor ni una unidad de cuenta estable».
1. Elevado riesgo de pérdida de capital invertido
Recuerdan que las inversiones en criptomonedas o a través de las denominadas ICOs (rondas de financiación a través de la emisión de este tipo de criptomonedas y prohibidas en países como China) «no están protegidas por ningún mecanismo similar al que protege el efectivo o los valores depositados en entidades de crédito y empresas de servicios de inversión».
Por este motivo, y el por carácter «altamente especulativo» de las criptomonedas, advierten del elevado riesgo de una «pérdida total de las cantidades invertidas».
Las ICOs, añade, también tienen una «alta probabilidad de fracaso», puesto que «están asociadas a proyectos empresariales en etapas muy tempranas de desarrollo, sin que exista un modelo de negocio consolidado».
2. Espacio no regulado
Las inversiones en criptomonedas no sólo no están protegidas. La CNMV y el Banco de España recuerdan que «no están reguladas en la Unión Europea», «siendo especialmente vulnerables al fraude, a la manipulación de precios o a otras actividades ilícitas». Precisamente el mayor cerco regulatorio sobre el mercado ha sido uno de los principales detonantes de su desplome.
A modo de ejemplo sobre la vulnerabilidad del mercado señalan que «ha habido casos de uso de criptomonedas con el propósito de blanquear capitales», y «estafas y esquemas piramidales relacionados con la colocación de ICOs».
3. Problemas derivados del carácter transfronterizo del fenómeno
Además de carecer de una regulación, los problemas derivados de potenciales inversiones se multiplican por que «en muchas ocasiones los distintos actores implicados en la emisión, custodia y comercialización de criptomonedas (plataformas de intercambio, emisores de ICOs, proveedores de carteras digitales, etc.) no se encuentran localizados en España».
Una de las consecuencias de este carácter transfronterizo es que «la resolución de cualquier conflicto podría quedar fuera del ámbito competencial de las autoridades españolas y estaría sujeto al marco normativo del país en cuestión».
4. Problemas de iliquidez y volatilidad extrema
La CNMV y el Banco de España alertan de la dificultad, acentuada en el caso de desplomes en los precios, de materializar las ventas deseadas de criptomonedas para obtener efectivo convencional.
En estos episodios, «sus propietarios pueden no disponer de opciones en el momento deseado para convertir en moneda convencional sus criptomonedas o recuperar su inversión. Y cuando existe la posibilidad de vender estos activos, puede haber falta de transparencia en relación con las comisiones aplicables».
5. Información inadecuada
El comunicado de la CNMV y del Banco de España pone especial énfasis en los riesgos de las ICOs, prohibidas en países como China. Consideran que «la información que se pone a disposición de los inversores no suele estar auditada y, con frecuencia, resulta incompleta».
En este sentido, añaden que «generalmente, enfatiza los beneficios potenciales, minimizando las referencias a los riesgos. Además, el lenguaje utilizado suele tener un carácter muy técnico y, en ocasiones, poco claro, por lo que no es fácil conocer la entidad y naturaleza de los riesgos que se asumirían con la inversión y ésta puede resultar inapropiada para las necesidades y perfiles de riesgo de los clientes».
Robin Kuzinschi dice
Pues sí, tu artículo tiene muchísima razón. En especial el punto de que es usado para el fraude; nunca se sabe cuando ese tipo de cosas (me refiero a la criptomoneda) sean usadas para realizar trampas; como son tan valiosas y cualquiera quiere hacerse millonario, el hacer trampa se vuelve una terrible opción. Lo peor es que los inocentes caigan en estas trampas que se ven tan obvias; está el caso de Ana María Morales Requena. Se ha fiado de esto para hacer fraudes a miles de personas; es realmente lamentable. Las criptomonedas sólo deberían tener un uso honesto y legal para hacer transacciones. No deberían ser usadas para hacer el «mal».