Muchas cosas han pasado con todo esto de las caídas de los mercados, y muchas cosas también se están diciendo. Voy a dejarles una reflexión al respecto.
Les comenté estos días que todo los sucedido con las fuertes de los últimos días obedecía a razones de interpretación, a razones de que el incremento de los salarios en USA podría acelerar la inflación por aumentar el consumo, y que ello podría llevar a la FED a ser más agresiva en cuanto a las subidas de tipos de interés, hecho que haría más complicado financiarse a las compañías cotizadas, con lo que sus beneficios caerían y las Bolsas dejarían de ser atractivas en detrimento de las renta fija.
Pero les indiqué que todo ésto, aparte de que ya se sabía, no tiene por qué ser así, que más sueldo no significa necesariamente más consumo y por tanto una subida fuerte de la inflación.
Así pues, la idea que les expuse ayer es que las caídas en las Bolsas serían en el corto plazo, ya que los fundamentales son fuertes y no han variado, aunque tendremos un año verde pero no tan bueno ni mucho menos que el pasado ejercicio.
Y es que los beneficios de las compañías siguen siendo muy buenos, el 70% de las empresas mejoran las previsiones, los ratios de las economías también son sólidos. Pero cuando se lleva subiendo tanto tiempo, el mal de altura o vértigo hace que a nada que haya ventas, tenemos un efecto de llamada y éstas se acentúan, con lo que los stops ganadores que siempre andan cerca siguiendo al precio empiezan a saltar.
Con todo, habrá que acostumbrarse a lidiar con una volatilidad más elevada que el pasado año.
En casos como el actual, lo habitual es que desde los máximos haya caídas del 8-10% y a partir de ahí la cosa se calme. No es una cosa matemática ni una ciencia, pero sí es algo muy habitual.
Les quería comentar algo que me parece importante que sepan. Los fondos de inversión vinculados a la volatilidad surgieron como los culpables de la fuerte caída de las bolsas. De hecho, varios productos fueron eliminados, y parece que aceleraron la caída del mercado de acciones.
Pero hay algo más preocupante y que se habla poco: los fondos de préstamos negociados en Bolsa y el gran problema de la liquidez. Los ETF, al igual que las acciones, se pueden comprar y vender en milisegundos. Pero los préstamos bancarios no. Los préstamos se negocian en mercados “extrabursátiles” con mucho menos volumen y tiempo de liquidación que pueden prolongarse un mes.
La preocupación sería que los inversores salgan en estampida de los ETF de préstamos. Esto causaría una distorsión en el valor del ETF y el valor de los préstamos o peor aun, la posibilidad de que los fondos no puedan obtener el dinero de forma inmediata para los inversores. claro, el miedo a no poder recuperar su dinero es lo que causa nerviosismo y temores. El problema podría verse agravado por los fondos mutuos de préstamos, que representan una parte mucho mayor. BlackRock, uno de los mayores proveedores de ETF, advirtió que los ETF de préstamos, junto con los ETFs apalancados, eran demasiado arriesgados para los inversores individuales y no los iban a ofrecer.
Pero sigamos con el tema de las caídas bursátiles. En Wall Street se comenta que a lo mejor es una casualidad, pero el derrumbe del Bitcoin precedió al de acciones, por lo que sería interesante observar si la criptomoneda pudiera ser un indicador de riesgo o caídas en la renta variable. Habrá que darle un tiempo a este tema para sacar alguna conclusión.
Trump no perdió ayer ocasión para opinar sobre las caídas en la renta variable. dijo en su Twitter que en los viejos tiempos, cuando se publicaban buenas noticias, el mercado de acciones subía. Hoy, cuando se publican buenas noticias, el mercado de acciones baja. Es un gran error, y tenemos muchas buenas (grandes) noticias sobre la economía. Bueno, tiene su razón, pero yo le respondería con la famosa frase de rodrigo Rato: “es el mercado, amigo”.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es