Crucial se puede catalogar la decisión que adoptó el SPD para comenzar las conversaciones con Merkel en un intento de formar un gobierno de coalición que pueda resultar creíble y sólido, un tema importante ya que no olvidemos que estamos hablando de que la primera economía de la zona euro está sin Gobierno y nunca había estado en esta situación tanto tiempo (lleva así desde el pasado 24 de setiembre).
Fíjense que las dos alternativas que había sobre la mesa no es que fuesen, precisamente, muy halagüeñas:
Formar un Gobierno en minoría donde Merkel buscaría apoyos puntuales para casos concretos. Claro, no sólo no podría desarrollar su política, sino que es que podría ser apartada del Gobierno en cualquier momento con una moción de confianza que no ganaría.
Repetir las elecciones, puesto que la Constitución germana contempla que es el presidente quien propone a un candidato para el cargo de canciller, y ha de salir con la mayoría de los votos de los diputados, pero si no obtiene mayoría, se pasaría a una segunda fase (el Bundestag tiene 2 semanas de plazo para consensuar un candidato por mayoría absoluta. Si no se logra, basta una minoría, es decir, sería elegido el candidato que cuente con más votos).
Pero bueno, de momento, y a día de hoy, estas dos alternativas no se contemplan y las miradas están centradas en que el SPD y Merkel alcancen un punto de entendimiento, hecho que podría llevar a pensar que el Parlamento germano podría elegir a Merkel canciller en una de las dos semanas de plenos a partir del 12 de marzo, por lo que el Gobierno podría constituirse a finales del mes de marzo.
Es cierto que el hecho de ponerse de acuerdo en política migratoria, uno de los temas más complejos, supone en sí todo un logro (acordaron limitar la reunificación familiar de los refugiados a un máximo de 1.000 personas mensuales). De todas maneras, nadie ha dicho que ésto fuese a ser fácil, ni mucho menos. Tanto Merkel como Schulz reconocen abiertamente que todavía queda lo más duro de negociar, como por ejemplo el tema de un seguro médico universal y la nueva ley laboral. Concretamente, habrá que hablar y mucho sobre el mercado de trabajo, donde los socialdemócratas exigen menos flexibilidad y sobre la sanidad, donde piden que se reduzcan las desigualdades.
Y ojito que las dificultades y problemas no se centran únicamente en que se pongan de acuerdo, es que aunque así sea, serán los 450.000 militantes de base del SPD los que tendrán la última palabra en este asunto, puesto que el acuerdo que se logre con Merkel deberán de validarlo o rechazarlo mediante una consulta interna, y no olvidemos que existe un sector amplio e importante que no está precisamente por la labor.
Respecto al Dax alemán (futuro), les comento varias cosas interesantes a tener en consideración:
- 1) Su tendencia primaria sigue siendo alcista como pueden apreciar perfectamente en el gráfico, encontrándose el precio enmarcado en un canal ascendente.
- 2) Pese a toda la subida, no se aprecia todavía niveles de sobrecompra, la última vez fue en abril del 2015 y como suele suceder en estos casos, el mercado comenzó a caer.
- 3) Un nivel donde se podría buscar rebote al alza sería en torno a los 11.930 puntos, primer soporte interesante formado en agosto del pasado año.
- 4) La resistencia de los 13.567 puntos sigue actuando muy bien, cada vez que fue tocada impidió que las subidas continuasen y vinieron correcciones.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es