«JP Morgan, Berenberg y otros bancos y firmas de análisis anglosajonas (o suizas y alemanas) han lanzado en las últimas horas sus cazas contra la banca española y apenas han dejado títere con cabeza, salvo a Santander, que es el único gran banco español con riesgo sistémico. Curioso. Atacan por el flanco de los ingresos y por la hecatombe catalana tras los desafíos secesionistas. Argumentan, que el peso de los activos tóxicos inmobiliarios es muy elevado y rebajan valoraciones a cercanías del infierno. Bankia, que espera una ventana (o dos) de privatización está en el centro de la diana. Curioso. Bankia maneja un colchón de liquidez muy alto, quizá el más alto de todos los bancos europeos. Sus ratios son unos de los mejores, como acaba de publicar la EBA, y los deberes impuestos por Bruselas los hizo por adelantado y con nota sobresaliente. Los hedge funds bajistas se han cebado y, salvo que las cosas cambien, todo parece indicar que estos cazas buscan una Bankia gratis. Curioso. Un balance pasa de ser el mejor hoy al peor mañana, en sólo veinticuatro horas», me dice F.L. analista financiero, especializado en el seguimiento del sector bancario.
«Curioso que estas firmas de análisis no destripen los balances de los bancos alemanes, franceses o italianos, la mayor parte de ellos viejos, obsoletos y con necesidades urgentes de reformas y mejoras», añade.
«Respecto a los activos tóxicos, a mediados de septiembre, los analistas de Goldman Sachs señalaban que la exposición de los bancos españoles al sector inmobiliario pasaría de ser una maldición a ser una bendición ante este cambio de contexto, indican estos expertos. «Después de ocho años de contracción continuada, los precios de la vivienda comenzaron a aumentar en 2016 y ahora se espera que crezcan entre un 4% y un 6% en los próximos años». «Esto representa un cambio de régimen para los bancos españoles ya que los precios más altos pueden reducir las provisiones», añaden estos analistas. Desde Goldman Sachs recuerdan que las diferencias entre unos bancos y otros, respecto a su exposición al mercado inmobiliario, siguen siendo amplias», comenta.
«Hay más. Los bancos centrales se han metido en una espiral diabólica de la que tratan de salir. Hay intentonas, como la reducción de un balance preñado en exceso y la progresiva disminución de la compra de activos. La clave, la madre del cordero, está, sin embargo, en el daño irreparable, que los bancos centrales, incluída la Reserva Federal, están haciendo al sector bancario aquí y acullá, cuando desde el inicio de las famosas QE se intentaba lo contrario. Que los tipos de interés no van a subir hasta niveles promedio de las últimas décadas, es algo que todos damos por hecho. Somos conscientes algunos, también, de que el PIB actual no es el de ayer ni el de mañana. Tampoco, la inflación. Las hojas der uta de los bancos centrales no sirven, por tanto, para mucho cuando se fundamentan en tratados para subir la inflación o elevar unos puntos más las tas de PIB.», añade.
«Todo ha cambiado. Los bancos, también, aunque unos más que otros. Los españoles son los mejores del mundo. Han hecho muy bien sus deberes. Incluso se han adelantado al auge de las nuevas tecnologías. Los esfuerzos, no obstante, pueden resultar fallidos si no van acompañados del entorno, de la realidad no desvirtuada por la manipulación de los bancos centrales y de firmas de análisis muy poderosas. Para ello urge que los tipos de interés salgan ya de la zona CERO. suficiente para que la rentabilidad de los bonos de referencia se sitúe en el entorno del 2,5%. Entonces, las cotizaciones de los bancos subirán fuerte», remata.
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La imagen siguiente muestra la correlación bonos vs acciones bancarias USA.
Daniel Guitérrez
La Carta de la Bolsa