«Observen con atención los gráficos que siguen ¿Se equivocan los bonos? ¿Crece el mundo a ritmos sostenibles y ciertos? ¿Llegará pronto otra Recesión? Debate enconado hoy como ayer y como mañana. La anunciada Reforma Fiscal de Trump ha animado en las últimas horas a los mercados, aunque la rentabilidad de los tipos largos en USA alcanza los niveles más bajos en la era Trump. Las previsiones de los centros más prestigiosos apuntan registros endebles de la actividad económica en los próximos meses y la probabilidad de nuevas subidas de tipos por parte de la Fed aceleraría este movimiento. Esto es lo que muestran las proyecciones. Lo nuevo es que están desajustadas respecto a los nuevos tiempos: el PIB USA, como el PIB de la mayor parte de los países denominados industrializados, ya no refleja la situación actual. No mide, entre otras cosas, el envejecimiento de la población mundial y su impacto sobre las economías. Tampoco el auge de las nuevas tecnologías. O la Represión Económica, que ha alterado totalmente el ciclo actual. También hay factores nuevos como la desigualdad o la media de los salarios en la población trabajadora ¿Hablamos del futuro de las pensiones en el mundo? Debate muy interesante, porque las cifras de hoy no se ajustan a los parámetros del pasado. Todo sigue muy abierto, muy incierto», me dice el CEO de una importante gestora.
Ha escrito José Luis Martínez Campuzano en LACARTADELABOLSA que por primera vez en muchos años el crecimiento económico mundial sorprende, tanto por su intensidad como por ser generalizado…Y todo apunta que, salvo imprevistos, también será un crecimiento sostenido. De hecho, se observa que la recuperación de la inversión productiva se acelera pudiendo superar este año el 3,5 % anual. Un año atrás su crecimiento era del 1,5 %. Una aceleración de la inversión que se observa tanto en la construcción como no construcción ¿En qué se apoya esta recuperación de la inversión? Más allá de superarse los temores a la una fuerte desaceleración en China y la Crisis de las economías emergentes por el descenso de las materias primas, sin duda está contribuyendo de forma positiva tanto las favorables condiciones de financiación, la reducción del slack de capacidad (incluidos empleos con crecimiento salarial aún contenido) y la propia mejora en las perspectivas de crecimiento potencial. Recordemos que la tasa de desempleo promedio en las economías desarrolladas del 5,7 % es el menor nivel desde 2008.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa