Vamos a ver la incidencia del tema de Cataluña en los mercados financieros, pero en primer lugar un poquito de economía y acto seguido entramos en materia…
El FMI mantiene su previsión de crecimiento del 3,1% para España en 2017 y del 2,5 % en 2018, cifras muy parecidas a las del Gobierno español (3,1% en 2017 y 2,6% en 2018). Afirma que nuestra economía sigue al frente de las grandes economías de la zona euro, pero habría que recalcar que en este informe no mencionan nada del tema de Cataluña y la realidad es que si la situación actual se prolongase o fuese a peor, el crecimiento de la economía española se vería lastrado.
Pero vayamos con Cataluña que hay muchas cosas que comentar. Un estudio realizado por la Escuela de Negocios Vlerick de Bruselas indica que Cataluña ya no lidera el ranking del PIB (Producto Interior Bruto) en España debido a la fuga de empresas (30 a día de hoy), siendo Madrid la que ocupa el primer puesto cuando Cataluña era generalmente la líder. El estudio habla de una pérdida de 3.770 millones de euros o un 0,33% del PIB.
Vamos a centrarnos un poco en el éxodo de compañías catalanas que han abandonado Cataluña, porque hay que ser justos y objetivos en este tema…
- – Listado de empresas que ya se han ido: Caixabank, Gas Natural, Abertis, Sabadell, Cellnex, Colonial, http://lleida.net , Eurona, Aguas de Barcelona, Torraspapel, Criteria, Mediolanum, Arquia, Gaesco, Trea Asset Management, MGS Seguros, VidaCaixa, Adeslas, Oryzon, Naturhouse, Proclinic, DVD Dental, Klockner, MRW, Service Point, Ballenoil, Dogi, Cervecera San Miguel, Pesa.
- – Lo están estudiando: Freixenet, Codorniú, Renta Corporación, Planeta (anunció ayer que se iba), Catalana Occidente, Idilia Foods.
En realidad, y a día de hoy, tiene más una carga emocional o simbólica que económica, ya que el impacto a nivel fiscal es relativamente pequeño. Y es que el concepto clave aquí es el de sede fiscal, que en la mayoría de los casos viene a coincidir con el de sede social atendiendo a la Ley Tributaria.
Verán, con una Cataluña independizada y que tenga su propia Agencia Tributaria, las compañías que hayan cambiado su sede fiscal tributarían en la Agencia Tributaria de España. Hasta aquí nada nuevo que no se sepa y además es lógico. Lo que sucede es que el impacto fiscal para Cataluña no es nada del otro mundo, básicamente porque los principales tributos que pagan las compañías son estatales, como es el caso del IVA y del Impuesto de Sociedades. Por tanto, en este sentido tranquilidad.
Pero otro tema muy diferente sería si más adelante tenemos también un éxodo de trabajadores de esas compañías, cosa que aún estaría por ver. Pero pongámonos en el caso hipotético, porque no cuesta nada hacerlo y es mejor comprender todos los escenarios posibles. En este caso de éxodo de trabajadores la cosa cambia, ya que Cataluña tiene cedido la mitad del IRPF, es decir, el 50%, de manera que la Hacienda catalana sí se vería más afectada y sus ingresos serían menores.
Hemos visto un poco del tema económico, pero el que debería también de preocuparnos es el social y el político. La hoja de ruta del independentismo está muy detallada: primero declarar la independencia unilateral y acto seguido «tomar» las calles para que exista revuelta social, hechos que en teoría podrían hacer que inexorablemente se acudiese a un mediador internacional que inste al Gobierno de Mariano Rajoy a pactar un referéndum legal que en caso de ganarlo los partidarios de la independencia haría que ésta fuese no sólo legal sino también reconocida, resultando Cataluña en una República independiente y a nivel internacional contando con el beneplácito de ser un Estado soberano.
Si se ponen ustedes a pensar qué estrategias aplicarían si estuviesen en el lugar de esos políticos y no quisieran dar marcha atrás en sus pretensiones, comprobarán que es la que mejor resultado les podría dar, de manera que no duden que será la hoja de ruta que seguirán a pies puntillas.
Y es que no pueden conformarse simplemente con una DUI, ya que el Derecho Internacional recoge que para ser reconocido como Estado soberano, además de los requisitos de población, territorio y control total interno, es necesario ser reconocido oficialmente como Estado por el resto de países y esto último no se produciría. Es más, La UE dictamina que si se quiere ser candidato a la UE hay que respetar el Estado de derecho, como dice el artículo 2 de los Tratados de la UE y el 49. Si no se respetan porque se viola la Constitución del país, los países miembros tienen obligación de no reconocerle y no examinar su candidatura. Y recordemos también que no existe ninguna Constitución en el mundo que reconozca y acepte una DUI, salvo Etiopía y Liechtenstein.
Pero vayamos ahora al otro lado, al Gobierno central. Su postura es que jamás se puede negociar con quien ha vulnerado y se ha saltado las leyes, la Constitución y el Tribunal Constitucional, y encima menos para negociar sobre la ilegalidad cometida. Esta postura coincide plenamente con la del resto de países europeos. ¿Qué podría hacer?
Por un lado está el artículo 155 de la Constitución que se refiere a los medios con los que cuenta el Estado para controlar que la actividad y las funciones de las CC.AA se desarrollen adecuadamente. Así pues, está previsto únicamente para situaciones extremas en las que una CC.AA incumple las obligaciones impuestas por la Constitución o las leyes atentando gravemente al interés general de España. Sí, es cierto que es un artículo muy flexible, pero esa fue precisamente la intención de los legisladores para que pudiese adaptarse a las situaciones que así lo requiriesen.
Por otro lado, y ya siendo más severos, estaría el artículo 116 de la Constitución. Recordemos que el artículo 155 no ampara el uso de las Fuerzas Armadas, únicamente en el caso de que la insurrección fuera violenta se podría contemplar aplicar el artículo 116, el cual requiere, en todo caso, la autorización del Congreso de los Diputados. Aquí tendríamos los estados de alarma, de excepción y de sitio. El de alarma no vendría a cuento puesto que está previsto para catástrofes, crisis sanitarias, paralización de servicios públicos esenciales y situaciones de desabastecimiento. Pero los otros dos tendrían un encaje, ya que están previstos cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de España, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional, que no pueda resolverse por otros medios.
Y por último, estaría la Ley de Seguridad Nacional, creada por consenso entre PP y PSOE en septiembre de 2015 y que otorga al Presidente del Gobierno la facultad, mediante real decreto, para decretar una situación de interés para la seguridad nacional y organizar una estructura que garantice la defensa de España y sus principios y valores constitucionales. Realmente lo que hace es que contempla que el jefe del Ejecutivo asuma una serie de funciones para poder dar órdenes en todos los ámbitos de la Administración, incluyendo todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
MERCADOS
El VIX es uno de los índices de volatilidad más importantes entre los inversores. Se basa en la volatilidad de las opciones de corto plazo del SP500. Una subida del VIX implica descensos en las Bolsas, y viceversa. Una elevada volatilidad está relacionada con un elevado riesgo, y lo contrario con una baja volatilidad. La media desde el año 1990 al año 2008 fue de 19.04 (en octubre del 2008 se elevó hasta 89,53).
Un Vix por encima de 20 indica temor de los inversores, un Vix por debajo de 20 implica que aún no ha llegado el «miedo» a los mercados.
Actualmente se encuentra en niveles de récord de mínimos, de ahí que Wall Street continúe un día sí y otro también marcando máximos históricos.
Para Europa lo ideal es fijarse en el índice de volatilidad del Eurostoxx (VStoxx) y del Dax (Vdax) y también se puede ver que están en niveles bajos, no en vano el Dax (futuro) ha estado cuatro días consecutivos marcando máximos históricos este mismo mes de octubre.
El sentimiento de los inversores se mide con el ratio Put/Call. Si este ratio Put/Call fuese superior a la unidad, nos indica que los inversores tienen expectativas bajistas ya que el número de opciones de venta put adquiridas superaría al de opciones de compra call compradas. Pues bien, es bastante alcista todavía.
La conclusión es clara: los mercados nunca se creyeron que la Generalitat daría el paso a un suicidio pese a los órdagos y amenazas. La Bolsa europea siguió alcista sin problema alguno, el Dax máximos históricos y el euro alcista.
Es normal que el Ibex sufriese algo más, pero en la semana pasada, la más delicada hasta el momento, sólo cayó algo más de un uno por ciento y hoy está subiendo.
Así pues, mientras la Generalitat no de el paso con una DUI real y sin mirar atrás, los mercados seguramente no se vean afectados.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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