El Gobernador del Banco de Suiza ha introducido un nuevo matiz en su última comparecencia oficial y la verdad es que merece la pena entender todo este tema.
El origen de todo
Lo he contado en varios ocasiones, pero aprovecho para recordarlo de cara a los lectores que no lo hubiesen leído en su momento.
Se estaba produciendo una huida de depósitos de la zona euro, de capital de varios países hacia lugares en principio más estables y seguros, siendo el principal destino Suiza. Pero el Banco Central de Suiza no quería una entrada masiva de dinero, ya que ello llevaría a fortalecer al franco suizo, perjudicando a las exportaciones del país helvético.
En el mes de agosto de 2011, el Euro/Franco estuvo a punto de llegar a la paridad (se colocó en 1,0064). Este hecho hizo reaccionar al Banco de Suiza en el mes de septiembre del mismo año, adoptando una política de compra agresiva de euros. Fue este motivo el que en el mes de septiembre hizo reaccionar al Banco suizo, el cual adoptó una política de compra masiva de euros con la finalidad de evitar a cualquier precio que se perdiera dicha referencia.
Este planteamiento permitía al Banco de Suiza lograr su objetivo, puesto que desde septiembre del 2011 hasta el 15 de enero del 2015 nunca había perdido la barrera de 1,20 (salvo un día, el 5 de abril de 2012 y sólo perdió 8 pipos).
¿Por qué esta intervención de Suiza en su divisa? Para evitar el riesgo de la deflación ante una moneda tan fuerte que recibía gran cantidad de flujo de capital proveniente de muchos países. Así pues, las autoridades monetarias suizas decidieron intervenir, hasta enero del 2015.
Pero el Banco Central de Suiza (SNB) se vio abocado a eliminar el suelo que tenía frente al euro por el inmenso coste económico que ello le habría supuesto, algo que en modo alguno le compensaba respecto a las ventajas de haber seguido fiel a su política monetaria. En una frase, la entidad se vería seriamente expuesta a perder cantidades ingentes de reservas si se aventuraba en una loca y frenética carrera comprando euros, una “guerra” en la que no podría vencer al Banco Central Europeo cuando puso en marcha el programa QE.
Es cierto que en un primer intento se aventuró el SNB a implementar tipos de interés negativos para los depósitos de los bancos, concretamente a finales del 2014, pero el intento resultó en vano, poco había que hacer, y la decisión de abandonar el suelo del euro frente al franco (en 1,20) originó graves consecuencias.
Una cosa es que el SNB estime que lo mejor es eliminar el suelo y otra muy diferente es la alevosía. Resulta que un martes, el vicepresidente del Banco de Suiza dijo que el suelo de 1,20 en el euro/franco era vital para ellos. Pero dos días después y por sorpresa lo eliminan. Como resultado, la volatilidad vivida fue 5 veces mayor que la máxima del año 1995.
¿Y ahora qué?
El pasado jueves el Banco de Suiza volvió a pronunciarse al respecto. Entre otras cosas, comentó que la caída del franco frente al euro está ayudando a reducir en cierta medida la significativa sobrevaloración de la moneda helvética. Claro, este pequeño y sutil matiz respecto a las anteriores comparecencias de Jordan ha llamado la atención de los inversores por si podríamos estar ante una próxima normalización de la política monetaria del SNB.
Vamos a ver, es cierto, el mensaje ha variado un poco, pero de momento mantendrán los tipos de interés negativos y seguirán vigilando de cerca el franco por si tuviesen que volver a intervenir en el mercado de divisas para evitar a toda costa que la moneda sea atractiva para los inversores y el flujo de capital entrante no vuelva a rebasar los límites deseados.
La realidad es que la inflación sigue aún tocada, no crece al ritmo previsto y el crecimiento económico ha sido inferior al de la zona del euro durante la primera mitad del presente año. Y no olvidemos que el SNB redujo sus perspectivas de PIB para este año y espera que los precios al consumidor aumenten un 0,4 % en 2017 y en 2018.
Pero el SNB teme y con bastante razón que un nuevo elemento o factor desestabilizante entre en juego y tire por la borda su hoja de ruta: el belicismo entre USA y Corea de Norte, ya que si la cosa va más allá (ni les cuento si hay guerra) el franco suizo haría gala de su carácter refugio y el flujo de capital de la renta variable a la divisa sería incesante, con lo que de fortalecería demasiado, justo lo contrario de lo que pretende la entidad.
Dos apuntes a tener muy en cuenta:
- El Banco de Suiza empezará a normalizar su política monetaria después de que lo haga el BCE. Esto lo tienen muy claro, jamás se adelantarían a Mario Draghi.
- La entidad tampoco procederá a subir los tipos de interés hasta que el BCE lo haga.
Respecto a Eur/Chf decir que entre lo comentado de que SNB quiere un franco débil y que se espera que el BCE ponga punto y final (de manera gradual) al programa QE, tenemos a un euro fuerte y a un franco débil, por tanto Eur/Chf alcista. El euro tiene como objetivo muy ambicioso la zona famosa de 1,20 pero para ello necesitará el desmantelamiento completo del QE y subidas de tipos de interés, sin estos dos factores es muy complicado.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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