Seguramente muchos de ustedes se habrán planteado esta pregunta muchas veces.
Pues bien, en este artículo vamos a presentar algunos datos que pueden ayudar a tomar esta decisión.
En primer lugar hay que tener clara la diferencia entre ambos.
Los fondos de gestión pasiva replican el índice de referencia (benchmark index). Por ejemplo, en España el índice de referencia de las empresas de gran capitalización es el IBEX 35 o en Alemania el DAX 30.
Los fondos de gestión pasiva pueden ser fondos mutuos o cotizados (conocidos como ETF). (Dado que en este artículo queremos conocer las diferencias entre la gestión activa y la gestión pasiva no entraremos en detalle sobre la diferencia entre invertir en ETF y fondos mutuos de gestión pasiva).
Los fondos de gestión activa están gestionados por un gestor o un equipo de gestores que deciden los activos más adecuados para superar al índice de referencia que se asemeja más al tipo de inversión en el que está orientado el fondo que gestionan.
Consecuentemente, una de las principales diferencias entre la gestión pasiva y la activa proviene de los gastos de gestión. Mientras la gestión pasiva está prácticamente automatizada, los salarios del equipo gestor de la gestión activa hacen que las comisiones de los fondos de gestión activa sean, lógicamente, mucho mayores.
Por lo tanto, las comisiones de los fondos de gestión activa son mucho más elevadas que en los fondos de gestión pasiva.
Ahora, la mayoría de ustedes estarán pensado:» Bien, pagaré más comisiones con los fondos de gestión activa pero su mayor rentabilidad respecto a la gestión pasiva compensará dichos costes».
Según el estudio SPIVA, que realiza cada año Standard and Poor’s, la mayoría los fondos de gestión activa lo hacen peor que su índice de referencia.
Es más, a medida que pasan los años menor es el número de fondos que obtiene rentabilidades superiores al índice de referencia. De forma recurrente, cuando un fondo de gestión activa obtiene rentabilidades superiores al índice durante un determinado periodo de tiempo posteriormente acaba obteniendo rentabilidades inferiores al índice de referencia.
Veamos algunos resultados del estudio.
Fondos mutuos de gestión activa de Estados Unidos que obtienen peor rentabilidad que el S&P 500:
Fondos mutuos de gestión activa de renta variable que obtienen peor rentabilidad que su índice de referencia en Estados Unidos:
Fondos mutuos de gestión activa de renta vairable que obtienen peor rentabilidad que su índice de referencia en Europa:
Como pueden observar, los resultados, se miren como se miren, son desastrosos. La gran mayoría de gestores de fondos no consiguen batir a los índices de referencia año tras año. Es más, teniendo en cuenta la información detallada del estudio SPIVA, los gestores hayan batido a los índices un determinado período de tiempo no garantiza su éxito en el futuro.
Las conclusiones son evidentes.
Los fondos mutuos de gestión activa cobran mayores comisiones que los fondos de gestión pasiva y obtienen peores resultados que los índices de referencia.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que actualmente hay fondos de gestión pasiva con comisiones extremadamente bajas (alrededor del 0,04%) y que obtienen rentabilidades casi idénticas a las de sus índices de referencia. Ir pagando comisiones a gestores ineficientes parece cada vez menos lógico.
Pero no es oro todo lo que reluce, muchos fondos de gestión pasiva no realizan una réplica física de los activos en los que está invertido. Muchos de estos fondos, conocidos como sintéticos, que utilizan contratos swap para realizar dichas inversiones. Y si a este factor le sumamos el elevado número de público poco informado que invierte en estos fondos hacen un cóctel perfecto para que en el próximo periodo de pánico el mercado viva un gran «flash crash».
Si se deciden por la gestión pasiva fíjense en que realizan una réplica física.
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