Varias cuestiones de interés acerca del Banco Central Europeo y del Gobierno de Estados Unidos, que conviene saber y tener presente en todo momento.
BANCO CENTRAL EUROPEO
El 7 de septiembre no era la fecha marcada en el calendario, sino el 26 de octubre. La razón es doble:
- – La fortaleza del euro, que se aprecia más de un 13% en lo que va de año.
- – El mensaje del BCE de que sería en otoño cuando anunciarían la salida de las medidas de estímulo.
Es por ello que el 14 de diciembre no tendría sentido, ya estaríamos en invierno y el margen de tiempo con el proceso del tapering estaría demasiado ajustado, aparte de que el programa vence a finales del ejercicio. Por tanto, debería de ser en la reunión del 26 de octubre cuando Draghi anuncie cuándo se procederá con el desmantelamiento del programa masivo de activos (lleva en vigor dos años y medio) y cómo se llevará a cabo.
Hasta aquí todo parece claro y creo que todos ustedes lo entienden perfectamente. El problema viene ahora: la evolución de la economía de la eurozona va por buen camino y la inflación, aunque no ha alcanzado el objetivo del 2%, también crece. Claro, con este panorama es cuanto menos difícil poder justificar y explicar por qué la entidad continúa con medidas acomodaticias. Pero la cosa se puede complicar aún más. ¿Y si les digo que abandonar la actual política monetaria del BCE podría fortalecer aún más si cabe al euro y con ello lastrar las exportaciones y poner en riesgo el crecimiento económico? Como verán, Draghi no lo tiene precisamente fácil. Así pues, la realidad es que es la inflación el caballo de batalla sobre el que gira esta partida de ajedrez y claro, el Banco se verá obligado a revisar a la baja sus previsiones de inflación.
En principio, una posibilidad que cada día va cobrando más visos de poder ser real y con la que estoy plenamente de acuerdo, sería que el BCE reduciría los actuales 60.000 millones de euros mensuales a 40.000 millones durante el primer semestre del próximo año y luego bajar a 20.000 millones en el tercer trimestre, siendo el último trimestre cuando se podría producir una subida de tipos de interés (sin descartar que pudiese ser a primeros del 2019).
¿Y todo ésto cómo se traduce en los mercados? El final del programa QE es positivo para el euro, de ahí que se esté fortaleciendo al ver cada día más cerca el momento. Respecto a la renta variable, es negativo.
TECHO DE GASTO EN USA
Estados Unidos no puede endeudarse de manera ilimitada, es el Congreso el que establece un techo máximo de deuda cada año. Cuando ese techo se alcanza, es el turno de los legisladores republicanos y demócratas y tienen que ponerse de acuerdo para elevar el techo el máximo de cara a que la Administración siga funcionando con normalidad. Así pues, el techo de deuda es el tope que tiene la Administración norteamericana para tomar dinero prestado.
Todas las miradas estaban centradas en el 30 de septiembre que es la fecha límite, es cuando finaliza el plazo para elevar el techo de la deuda y financiar el Gobierno para el próximo año fiscal. Así pues, tocaba negociar durante todo el mes de septiembre, pero la dificultad radicaba en entenderse con demócratas e incluso con algunos congresistas republicanos. Por tanto, teniendo en cuenta que el nuevo curso legislativo arrancaba el 5 de septiembre, el plazo para alcanzar un acuerdo era del día 5 en adelante, pero antes del día 30 de septiembre.
Pues bien, finalmente Estados Unidos aprobó subir el techo de deuda y amplió por 3 meses el tope de endeudamiento, permitiendo que el Gobierno cuente con fondos hasta el 8 de diciembre, por lo que hasta esa fecha podrán de nuevo sentarse a negociar para lograr un acuerdo para el largo plazo.
Un problema menos para USA, aunque ya sabemos que con truco porque siempre se termina resolviendo y los mercados no suelen verse seriamente afectados. Ahora Trump podrá centrase plenamente en el conflicto abierto con Corea del Norte, aunque sinceramente no sé si eso es bueno o no.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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