“¿Qué hago este verano? ¿Deshago mis posiciones y me voy a la playa tranquilo o mantengo?”, la pregunta me la hacía recientemente un amigo que tiene una pequeña cartera en bolsa. Es un arquitecto bien considerado en su profesión, y desde hace ya varios años “se divierte en esto de la bolsa”, como el señala. Mi respuesta fue, “si vas a estar intranquilo si dejas tus posiciones abiertas mientras tú estás en la playa, da igual que suba o que baje el mercado, deberías vender”. No sé si habrá seguido mi consejo.
El hecho es que llevamos ya algunas semanas en un proceso de consolidación que parece durará algunas más. Es probable que durante los meses de julio y agosto no veamos grandes movimientos en los mercados, y el escenario más probable es un ligero tono bajista a la espera del último trimestre del año. ¿Y después qué? Pues según la mayoría de los gestores con los que he hablado, tendremos un buen final de año.
Nicolás López de M&G, uno de los analistas de este país cuyas opiniones considero más fiables, decía recientemente en una nota a clientes: La situación de los índices se mantiene en general estable pese a acontecimientos diversos que han afectado puntualmente al mercado pero sin provocar ningún movimiento sostenido relevante. La fase de consolidación de las últimas semanas se está prolongando algo más de lo previsto pero de momento los índices europeos mantienen los niveles de soporte de corto plazo por lo que la tendencia alcista sigue vigente. En consecuencia seguimos esperando avances adicionales a corto plazo en espera de un techo más importante algo más adelante.
El argumento para esperar una fase correctiva durante el verano es que la subida acumulada desde diciembre ha alcanzado ya una magnitud difícilmente sostenible mucho más tiempo sin una pausa que suavice la pendiente y elimine los niveles de sobrecompra extremos. Esta eventual corrección no supondría en todo caso el fin del ciclo alcista que esperamos continúe en 2018. Teniendo en cuenta el tramo alcista que estaríamos corrigiendo (la subida desde diciembre), esperaríamos una corrección de unos pocos meses de duración y un retroceso del orden del 10% en los índices tanto en EEUU como en Europa.
En el corto plazo la dinámica se mantiene todavía alcista en la mayoría de índices y sectores. En Europa tan sólo el sector energético ha roto una zona de soporte aparentemente importante que señalaría que este sector se encuentra en fase correctiva. En el resto de sectores de momento la tendencia alcista se mantiene apoyando la idea de que los índices pueden tener todavía algún recorrido adicional antes de un techo.
Los índices norteamericanos siguen en terreno de máximos históricos por lo que su tendencia alcista es evidente. Los indicadores de mercado que seguimos empiezan a mostrar algunas divergencias que podrían ser anticipo igualmente de una próxima corrección aunque todavía no se ha manifestado. La pasada semana se produjo una brusca caída en el Nasdaq pero sólo de un día de duración. Puede ser un primer aviso pero de momento no es suficiente para asumir un techo por lo que también aquí cabe esperar nuevos avances a corto plazo en principio.
Respecto al Eurostoxx 50 cree que nos encontramos en la fase final de un tramo alcista que se inició en diciembre, y que es probable que es probable que a lo largo del verano se desarrolle una fase correctiva cuyo objetivo esperado serían los 3.400 puntos aproximadamente, dependiendo de dónde esté el techo del actual movimiento.
En resumen, mejor centrarse en ponerse bronceador este verano, y dejar lo de los mercados para cuando se vuelva de vacaciones.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa