Ayer las acciones de Autozone, una de las mayores empresas de tiendas de componentes para el automóvil en EEUU, se desplomaron un 11,84% en un solo día. No se habían dado caídas tan importantes en un solo día desde el 19 de Noviembre de 2008 en plena crisis financiera. Algunos canales atribuyen las caídas a la publicación de beneficios inferiores a los esperados. Concretamente, se esperaban beneficios por acción de 12$ y fueron de 11,44$.
Bajo nuestro punto de vista, los motivos que hicieron caer las acciones casi un 12% en un solo día van mucho más allá que una reducción de 0,44$ los beneficios por acción. Como mucho, estos resultados son la gota que colma el vaso.
Esta semana desde OB hemos publicado un artículo titulado «Cuando los Insiders venden» en el que explicamos el comportamiento de este grupo bien informado y las posteriores reacciones de los precios de las acciones. Pues bien, los Insiders de Autozone durante los últimos 6 meses redujeron su participación en la compañía un 31,6%. Y si los Insiders no quieren las acciones de la compañía para la que trabajan a precios actuales, ¿qué motivo hay para comprar estas acciones?
Pero esta no es la única compañía del sector cuyos directivos están vendiendo acciones de la compañía. En O’Reilly Automovie, la mayor empresa del sector, durante los últimos seis meses sus insiders han reducido la exposición a la compañía en un 22%. Así, que seguramente, hay algo más que gestión empresarial…
Desde el punto de vista técnico, las acciones de ambas compañías siguieron una tendencia alcista perfecta desde los mínimos de 2009.
O REILLY AUTOMOVITE, LA TENDENCIA PERFECTA
Sin embargo, nada es para siempre. Y las tendencias alcistas también terminan agotándose. Desde los últimos máximos de finales de 2015 las acciones tanto de Autozone como de O’Reilly Automotive perdieron el ritmo alcista. Pero no ha sido hasta las últimas semanas cuando Autozone ha confirmado la formación de un patrón de precios de cambio de tendencia.
Desde el punto de vista fundamental, más allá de las claras advertencias que nos puedan haber sugerido los movimientos de acciones de los insiders, el ratio precio valor contable de O’Reilly Automotive está en 16 cuando toda valoración superior a 3 es extremadamente cara. En el caso de Autozone, el valor contable de la empresa es directamente negativo. Si calculamos el PER 10 de Autozone este está por encima de 25.
Por lo tanto, a nivel de valoración las acciones de ambas empresas están caras. En general, la mayor parte de empresas que forman parte del consumo cíclico de Estados Unidos están caras.
Pero estos no son los únicos datos. Nuestras sospechas van más allá de un caso aislado.
Los elevados niveles de crédito concedido para la compra de automóviles (muchos de ellos subprime) nos hacen sospechar de que lo ocurrido ayer únicamente sea el principio.
Las caídas de ayer de dieron cuando se hacía público que Moody ‘s Investors analizó $ 1 mil millones en valores respaldados por activos (ABS) respaldados por préstamos para automóviles de alto riesgo que Santander Consumer USA Holdings, uno de los mayores prestamistas de alto riesgo de automóviles, había emitido. «Subprime» significa que el prestatario tiene una puntuación de crédito de 620 o menos. Resulta que Santander había verificado los ingresos de los prestatarios en sólo el 8% de los préstamos subprime.
Y por si alguno piensa que la deuda generada por los préstamos para automóviles es pequeña, aquí les dejamos el gráfico:
Los préstamos para automóviles superan los 1,1 Billones de dólares en escala corta (1.100 Billones en escala larga) en Estados Unidos. En un artículo publicado a principios del mes de Abril explicamos algunas relaciones del sector del automóvil y el ciclo económico en Estados Unidos.
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