El mayor catalizador del mercado alcista parece que se mantendrá durante un tiempo. La expansión de los beneficios – que históricamente ha sido el mayor contribuyente a la apreciación del precio de las acciones de las empresas estadounidenses – se ha disparado a una tasa no vista en casi seis años. Y ahora que hay más empresas entrando en acción, es probable que la recuperación se mantenga en el futuro.
El número de empresas que revisaron las ganancias futuras al alza está superando a las que hicieron ajustes a la baja en la mayor cantidad desde 2012, según datos compilados por Morgan Stanley. Esta medida, conocida como amplitud de la revisión de los beneficios, va un paso más allá del simple optimismo sobre los beneficios futuros a nivel mundial al cuantificar la recuperación a lo largo de los componentes del S&P 500.
«El reciente repunte confirma la sostenibilidad de la recuperación de los ingresos que comenzó a principios de 2016», escribió un grupo de estrategas de acciones de Morgan Stanley, dirigido por Michael J. Wilson, en una nota a clientes. «El repunte de la amplitud de las revisiones de beneficios como el observada recientemente es a menudo sinónimo de subidas en los precios de las acciones en un horizonte de 12 meses».
Las últimas 10 veces que la amplitud de los beneficios del S&P 500 subió un 15% en un período de tres meses, el índice de referencia ascendió una media del 15% el año siguiente, según datos de Morgan Stanley.
Justo ahora, las compañías en el índice de referencia van camino de anotarse un crecimiento del 14% en los beneficios del primer trimestre de 2017, la mayor cantidad desde el tercer trimestre de 2011, según datos compilados por Bloomberg. Es el tercer período consecutivo de crecimiento de las ganancias para el S&P 500, que viene después de una contracción de los ingresos de cinco trimestres.
Sin embargo, una medida muestra un ligero descenso de las posiciones alcistas de los hedge funds y los grandes especuladores. La semana pasada, las posiciones largas netas en el S&P 500 cayeron a su nivel más bajo del año, según datos de la Commodity Futures Trading Commission. Sin embargo, el grupo de inversores continúa apostando que el índice de referencia subirá, lo único que está algo menos convencidos que antes.
Lo mismo ocurre con los estrategas de Wall Street que todavía esperan que el S&P 500 suba ligeramente de aquí a fin de año.
Muchos inversores dirán que esta templanza gradual de las expectativas del mercado de valores es en realidad un signo positivo para la salud a largo plazo del mercado de acciones Ayuda a evitar el tipo de sobreexuberancia ciega que puede hacer descarrilar un mercado alcista, mientras que las caídas de corto plazo proporcionan tentadoras oportunidades de compra para los inversores que todavía buscan comprar para el largo plazo.
Fuentes: Joe Ciolli (Business Insider)
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa