La población española no se caracteriza por ser una sociedad con una elevada cultura del ahorro.
Como podemos observar en la siguiente tabla, en 2015 el 35,2% de la población española tenía dificultades o muchas dificultades para llegar a fin de mes. Y otro 29,3% tenía ciertas dificultades para llegar a fin de mes. Por lo tanto, el 64,5% de la población española tiene entre ciertas y muchas dificultades para llegar a fin de mes.
Porcentaje de la población con dificultades para llegar a fin de mes. España. 2015
Vista la tabla, nos queda un 35,5% de la población que tiene posibilidades de ahorrar. Dentro de este grupo tenemos un 25% que afirma que llega a fin de mes con cierta facilidad. Pero, ¿llegar con cierta facilidad es igual a ahorrar?
Seguramente, dentro de este grupo hay los que ahorran un poco y los que a final de año no tienen nada ahorrado.
Finalmente, llegamos al grupo de población que tiene un claro potencial de ahorro mensual, los que llegan con facilidad o mucha facilidad a fin de mes. ¿Porcentaje?
El 10,4%.
En otras palabras, el 89,6% de la población Española es entre poco probable y muy improbable que ahorre dinero a final de mes.
Excluyendo la población en riesgo de pobreza o exclusión, un desalentador 28,6% en 2015 según datos del INE, el resto de la población debería, en mayor o menor medida, se capaz de ahorrar a final de mes.
Sin embargo, el consumismo irracional hace que la mayoría de personas se dejen el sueldo en deudas y bienes que no necesitan. Y eso es exactamente lo que quieren las empresas que hagamos todos. Gastar todo lo que tengamos en ellas.
La diferencia entre poder ser medianamente rico el día de mañana no está en cuanto ganamos sino en cuanto ahorramos e invertimos.
¿Te has planteado alguna vez qué hubiera pasado si en vez de comprar iphones hubieras comprado acciones de Apple por el mismo importe?
Pues bien, nosotros lo hemos calculado por ti.
Imaginemos una persona que en Octubre de 2008 se gastó aproximadamente 400 euros en el Iphone 3G. Pasados tres años, y tras la tentación de comprar el iphone 4, finalmente se compra el ihpone 4S en noviembre de 2011 gastándose unos 600 euros.
Pasan los días y cuando acude a las reuniones de trabajo, las barbacoas con los amigos y otros encuentros sociales, observa que «todo el mundo tiene el iphone 5». Los principios de equidad, el instinto consumista y atractivo aspecto del nuevo iphone 5S hacen que en las navidades del año 2013 dicha persona se acabe renovando el teléfono y se gaste, aproximadamente, otros 600 euros. Satisfecho con su gran compra, consigue resistirse al iphone 6 y incluso al 6S. Pero, todo «sacrificio» tiene su premio, en las navidades de 2016 se regala un iphone 7 gastándose unos 880 euros.
Si todas las veces que se compró un nuevo iphone hubiera comprado acciones de Apple por el mismo importe, actualmente tendría unos 12.500 euros, sin contar los dividendos, de los casi 2500 euros que se gastó en teléfonos en el mismo período. Actualmente Apple reparte dividendos por valor del 1,5% anual del precio de las acciones. Es decir, que la empresa le pagaría unos 186 euros al año con los que se podría renovar el teléfono cada tres años y seguiría teniendo los 12.500 euros en acciones de la empresa.
Imagínese, que hubiera pasado si hiciera lo mismo con el coche, la ropa…
El resumen es sencillo, no gastes, invierte.
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