Video Análisis con el analista de la página web Bolsacash Eduardo Bolinches. ¿En qué invierto con 20.000€? ¿y con más de 50.000€?
Con 20.000 euros o dólares (un cambio muy similar), podemos acceder a distribución del riesgo; optar por no dejar de invertir en acciones, pero se nos abre un amplio abanico en el mercado de divisas, de Forex, porque una vez ya tengamos la formación adecuada, dominemos características del mercado de Forex (apalancamiento, bidireccionalidad, liquidez, amplitud de horarios).
Ya no dependemos de hacer una inversión muy puntual en una acción en concreto, sino que podemos hacer una inversión en un índice en su conjunto, estamos diversificando el riesgo a 35 empresas, por ejemplo si compramos un CFD sobre el Ibex35; o a 500 empresas si compramos un CFD sobre el S&P500.
Con unos 20.000 dólares o euros se nos abre una puerta a una habitación mucho más amplia y luminosa, más profesional, porque el análisis técnico es mucho más fiable, en la medida que intervienen más agentes, más inversores, más profesionalismo, y por lo tanto el análisis técnico es mucho más fiel.
Tenemos que seguir formándonos, aprender las reglas del juego, de la misma forma que no se nos ocurriría jugar un partido de Cricket sin conocer las reglas o dimensiones del campo. Aprendamos las reglas, hagamos una partida entre amigos y luego nos apuntamos a jugar la Liga, sin prisas.
Si tenemos más de 50.000 dólares o euros, la habitación la podemos hacer más grande, tenemos el mundo del Forex (nos permite hacer distintas estrategias, coberturas). No tenemos por qué limitarnos a invertir solo en un par, como el Euro-Dólar, sino también podemos invertir en el Libra-dólar o el Dólar-yen por ejemplo.
Realizar también estrategias de cobertura con el petróleo y a la vez con el dólar canadiense, o estrategias de inmunización con el mercado de índices (estar comprado de mercado europeo y a la vez vendido del mercado estadounidense). Con 5.000€ no podemos hacerlo (dos activos a lo sumo), con 50.000 podemos tener 4 o 5 estrategias abiertas, siempre con un control exquisito del apalancamiento.
Esas son las reglas, hay que dominarlas para poder jugar en la Champions League.