Ha ganado Macron, ha ganado Francia y, lo más importante para todos, ha ganado Europa. Nunca fue fácil moverse en los mercados. Muy pocos saben convivir con la incertidumbre, que se extiende con rapidez por todas las capas. Incertidumbre social, incertidumbre geopolítica, incertidumbre económica… El propio Macron ha dicho que no espera un período de luna de miel. Las elecciones legislativas de junio determinaran el nuevo gobierno francés. Desde hoy, la atención girará hacia si Macron conseguirá la mayoría en el Parlamento. Una encuesta realizada la semana pasada indicaba que esa mayoría estaba al alcance de Macron. Y no sólo Francia. Los mercados estarán pendientes, también, de Alemania. Ayer, por cierto, en la elección regional elLa CDU de Merkel arrebató el Estado de Schleswig-Holstein a los socialdemócratas del SPD. Y de Italia, con la vuelta de Renzi al coso politico. Y de tantas, tantas cosas más. Es la hora de los expertos, de los que se juegan los cuartos. Algunos ejemplos:
Christopher Dembik, Saxo Bank Francia, ha dicho que «a pregunta fundamental para Francia es si Macron va a tener la mayoría parlamentaria necesaria para ejecutar su programa reformista.
Vemos 4 posibles escenarios…
1. Macron consigue mayoría absoluta (con 289 sillas): Siguiendo el espíritu de la Constitución de la Quinta República y de la reforma constitucional de septiembre 2000, los votos darían mayoría al presidente de En Marche! lo que permitiría la ejecución de todas las reformas del programa Macron.
Este escenario supone un gran entusiasmo hacia Macron (que no se ha visto en la primera vuelta), una implosión del partido socialista y una división entre Les Républicains. No parece muy probable.
2. Macron consigue una mayoría relativa: Es nuestro escenario de referencia. Teniendo en cuenta que no tienen mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, Macron y su gobierno deberán trabajar para conseguir su apoyo.
Este escenario parece más probable. Las tendencias políticas parecen apuntar a un apoyo de Les Républicains con Macron. En este contexto, el primer ministro deberá tener fuertes cualidades de negociador, podría ser por ejemplo el secretario general de En Marche! Richard Ferrand. Sería una situación poco habitual pero no nueva en la historia de la Quinta República (ya que el socialista Michel Rocard se enfrentó al mismo escenario entre 1988 y 1991).
En aquel entonces, Rocard tenía el apoyo de los centristas y del partido comunista desde su posición neutral. También recurrió al artículo 49-3 como gran medida. Este artículo es un mecanismo que permite al gobierno legislar directamente, salvo moción de censura por mayoría absoluta.
En el caso de moción de censura mayoritaria, el gobierno debe dimitir, lo que no ha ocurrido desde 1963. Así y a pesar de la falta de mayoría absoluta, el periodo 1988-1991 ha sido caracterizado por grandes reformas, como las reformas de la asistencia social, la re-introducción del impuesto sobre patrimonio y la creación de la prestación por desempleo.
La constitución francesa está lo suficiente bien diseñada para hacer frente a todas las circunstancias y permitir a un gobierno con mayoría relativa realizar sus reformas. Es, por lo tanto, prudente decir que Macron será un presidente que podrá poner en marcha su programa de reformas.
3. Un gobierno de coalición entre Les Républicains y/o UDI: Es el segundo escenario más probable. Sería la cuarta coalición del gobierno desde 1958.
En vez de ser un «monarca republicano», Macron tendría un papel de presidente con poderes limitados que no podría desarrollar su ambicioso programa económico.
Tendría poderes en algunas áreas como Defensa y Exterior, pero con un papel limitado en Interior.
4. La Balcanisación de la Asamblea Nacional: Este es sin duda el peor de los escenarios, y parece improbable. En un contexto muy teórico, los resultados de los 4 candidatos principales (alrededor de 20% cada) provocarían una gran inestabilidad política con 4 grupos parlamentarios de igual peso en el poder. Este caso no se ha visto desde la Cuarta República.
Esta suposición no va a ocurrir. De hecho, la popularidad de Jean-Luc Mélenchon no se refleja en los resultados obtenidos por el Front de Gauche o por el partido comunista francés a nivel local.
Además, el sistema de votación de las elecciones legislativas, al no ser de representación proporcional, no va a permitir al FN conseguir un número relevante de parlamentarios.
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UBS Wealth Management señala que tras los resultados de las presidenciales, la atención se concentrará en las elecciones que se desarrollarán entre el 11 y el 18 de junio para renovar 577 diputados de la Asamblea Nacional. Macron necesitará el apoyo de la cámara para poner en marcha su programa económico, pero a día de hoy parece poco probable que En Marche! logre la mayoría en la Asamblea Nacional¨
UBS is working with the view that no party will gain a majority of seats of the Assembly. Crucially though, Macron’s movement, En Marche may not even manage to be the largest party in the Assembly, meaning that he will have to find cross-party support to implement his economic program. We cannot say for sure that he will not get the support, indeed, he may enjoy a «honeymoon» period where support is forthcoming from all directions. However, this is unlikely to be sustained, meaning that key reforms may stall.
Thus, optimism about the medium-term outlook for France may fade if much-needed structural reforms are held up. The current president, François Hollande, has had his presidency hampered by lack of parliamentary support. Concerns could rise that the same fate awaits the next president.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa