Desde hace ya algunos meses, grandes analistas financieros de todo el mundo llevan advirtiendo a los inversores que el mercado de valores americano, y el europeo en menor medida, están desarrollando un techo mayor que daría paso a una fase bajista de importancia. Esto puede ser cierto, de hecho, seguro que es cierto, la pregunta es ¿cuándo?
¿Cuándo se confirmará ese techo de mercado? ¿Cuándo se iniciará la fase bajista de las bolsas? ¿Cuándo el precio de las acciones dejará de desarrollar esa etapa de extensión de las subidas? Muchas incertidumbres y de gran importancia y veamos por qué:
Según un estudio de Bank of America Merrill Lynch citado por Anora Mahmudova en MarketWatch, los inversores se hubieran perdido un retorno del 25% si ellos hubieran salido de sus posiciones 12 meses antes del techo. Incluso si las ventas se hubieran producido seis meses antes, la pérdida de rentabilidad hubiera sido del 16%.
El gráfico que publicamos a continuación muestra la rentabilidad del S&P 500 a 24, 12 y 6 meses antes de los mayores picos de mercado de su historia.
Un claro ejemplo fue cuando Alan Greenspan, antiguo presidente de la Reserva Federal de EE.UU., en 1996 describió a los mercados como sobrevalorados y que presentaban un “exuberancia irracional”. Las bolsas subieron cuatro años más hasta que sufrieron un crash.
El hecho es que es cierto lo que señalan los analistas. El mercado de valores de EE.UU., los europeos algo menos, están claramente sobrevalorados como vemos en la siguiente tabla de los principales ratios de valoración del S&P 500.
Vemos como casi todos los ratios se sitúan ahora por encima de los promedios históricos. En algunos casos la diferencia frente a la media histórica alcanza el 90%. Esto podría llevarnos a pensar que es inevitable una fuerte caída de los mercados, y es cierto, por lo que no merecería la pena correr el riesgo de estar en ellos. Sin embargo, como señalábamos anteriormente, es en esta última fase de las tendencias alcistas cuando las revalorizaciones son más importantes.
Hay un dicho en bolsa que señala “el último euro para el otro”, el problema es que el último euro se puede convertir en miles de euros. ¿Merece la pena arriesgarse? Dependerá de cada uno.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa