Tras el movimiento ayer de la Reserva Federal subiendo los tipos de interés, es momento de hablar largo y tendido de ello, de lo que supone y también del caso del Banco Central Europeo. Muchas cuestiones que abordar y comentar a continuación.
La idea general que tienen los inversores es que cuando un Banco Central sube los tipos de interés, es negativo para la Bolsa de dicho país. Y viceversa, cuando se bajan los tipos de interés es positivo para la Bolsa. Unos tipos elevados lo que originan es un encarecimiento de la financiación de las empresas. Por contra, unos tipos demasiado bajos alientan el riesgo de que las empresas se endeuden excesivamente, aunque la parte positiva es que pueden reducir gastos e incrementar las inversiones.
Por tanto, con subidas de tipos la Bolsa pierde atractivo e interés para los inversores en detrimento de la renta fija y algo que gusta mucho en España, los depósitos bancarios, ya que ofrecen más rentabilidad de lo habitual con menor riesgo e incluso ninguno. Lo contrario en el caso opuesto.
Esta afirmación, si bien es cierta, presenta una serie de matices que convendría saber para no llevarnos luego a engaños.
La realidad es que no toda subida de tipos de interés presenta la misma connotación, pero el supuesto que nos interesa ahora es el que estamos viviendo con la Reserva Federal de los Estados Unidos y pronto con el Banco Central Europeo: cuando se incrementan los tipos después de llevar bastante tiempo (años) estando en niveles muy bajos, la Bolsa sube porque ese incremento de las tasas obedece básicamente a que el Banco Central correspondiente estima que la economía y la inflación presentan guarismos idóneos para acometer un giro en la política monetaria.
¿Algunas compañías españolas que se vean favorecidas por la subida de tasas de la Fed? Principalmente aquellas que tienen una importante exposición en Estados Unidos y que hacen caja en dólares. Algunos ejemplos serían Grifols, Iberdrola, ACS, Gamesa.
En el otro lado de la moneda estarían las empresas con una mayor exposición a los mercados emergentes, puesto que una subida de tipos de la Fed haría fortalecerse próximamente al billete verde y ello perjudica a las economías emergentes, puesto que tienen sus deudas denominadas en dólares y terminarían pagando más dinero. Como ejemplos podríamos tener Mapfre, BBVA o Telefónica.
Vayamos ahora a la eurozona y al BCE. El precio del dinero ya lleva más de un año en el 0% (desde el 16 de marzo del 2016 para ser más concreto), aunque la vorágine bajista se remonta al 2008. Un movimiento decidido por Mario Draghi destinado a evitar la deflación. Pero ahora el escenario ha cambiado, se presenta más amigable, con una inflación que sube acercándose al objetivo del 2% del BCE. Esto lleva a que muchos inversores se pregunten si al igual que la Fed, ha llegado o está próximo el movimiento por parte del BCE.
La respuesta es no. Y esto es así porque la subida de la inflación no es realista, mucho tiene que ver el incremento en los precios de las materias primas y de la energía. De hecho, la inflación subyacente (aquella que no tiene en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar, puesto que son muy volátiles) no crece con la misma alegría y se mantiene por debajo del 1% desde hace casi un año.
Si hablamos de lógica, algo que no suele abundar mucho precisamente por estos lares (sector financiero y bursátil), el BCE no subiría los tipos de interés hasta el próximo año, como muy pronto en su reunión de marzo del 2018. Esto tendría una serie de consecuencias:
- – El sector bancario europeo será uno de los más favorecidos. Sería una buena opción de cara a ir conformando una cartera con acciones de bancos con vistas al medio plazo.
- – Las emisiones de bonos ya realizadas se verían perjudicadas, saldrían beneficiadas las emisiones nuevas que ofrecerían cupones más atractivos para los inversores.
- – Podríamos asistir a una mejora en la rentabilidad de los depósitos bancarios.
- – El euro saldría fortalecido, aunque visto lo visto ayer y hoy con el dólar tras subir los tipos la Fed, da “miedo” hacer esta afirmación. De todas maneras les explico el razonamiento que debiera de suceder…
Imaginemos una subida de tipos de interés, el BCE tiene los tipos en el 2% y la FED en el 0,5% (es solo un ejemplo). Ahora resulta que la FED sube los tipos un cuarto de punto (0,25%), pasando sus tipos del 0,5% al 0,75%. Esto sería bueno para el dólar y malo para el euro, con lo que el Eur/Usd bajaría. Esta es la teoría básica.
¿Pero por qué? Pues porque un incremento del tipo de interés hace que su divisa sea más atractiva ya que ofrece mayores ventajas que otra divisa con menores tipos de interés. De esta manera, se produciría un flujo de capital del euro al dólar, los inversores venderían euros para comprar dólares y aprovechar las ventajas de tener una divisa con tipos de interés más elevado.
También hay otro motivo para explicar todo ésto. Siguiendo con el ejemplo de antes del dólar… los tipos de interés influyen en el rendimiento de los bonos del Tesoro de USA, y estos bonos sólo se pueden comprar en dólares. Por tanto, si los tipos de interés en USA suben, los inversores interesados en comprar dichos bonos se incrementarán y como necesitan dólares para poder adquirirlos, aumentará la demanda de dólares y con ello subirá el precio del dólar fortaleciéndose frente al resto de divisas.
Ismael de la Cruz
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