Los grandes actores del mercado están logrando reducir los costes a un ritmo que permitiría un precio de equilibrio alrededor de los 40 $/barril
En los últimos días ha empezado a oírse un rumor en el sector de los hicrocarburos. Parece que los grandes actores del mercado están logrando reducir los costes de extracción por fracking a un ritmo que permitiría un precio de equilibrio estimado alrededor de los 40 $/barril en poco tiempo.
Digo que es un rumor porque, a pesar de que varias fuentes comentan esta noticia como proveniente de las altas esferas de compañías como Chevron, Exxon o BP, lo cierto es que una búsqueda rápida no ha logrado encontrar la fuente original de estas afirmaciones, por lo que quizá deberíamos ser cautelosos por el momento.
Respecto a las implicaciones de este hecho, si resulta ser definitivamente cierto, la clave está en la oferta. Hasta ahora el breakeven del fracking era elevado, lo que permitía a los productores habituales seguir obteniendo rentabilidad con precios menores, que conseguían incrementando la extracción. Este movimiento logró empujar al precio a niveles tan bajos como los 27,5 $/barril vistos a principios de 2016, pero no son muchos los países productores capaces de mantener esos precios tan bajos sin ver resentidas sus cuentas, por lo que la OPEP trató de pactar en diversas ocasiones un recorte de la oferta que acabó impulsando al precio al alza más de un 100 %.
Ahora, con los nuevos precios de breakeven existirían muchas más fuentes de producción de crudo, con la presión correspondiente sobre el precio, lo que llevaría al producto a encontrar un nuevo equilibrio. De una forma o de otra, el crudo podría empezar a moverse de nuevo.
Si miramos el gráfico, hay varios factores importantes que debemos tener en cuenta. El primero es que el activo está cotizando dentro de un canal alcista desde los mínimos de 2016. La última interacción con el canal fue en los máximos del pasado diciembre y desde entonces el precio había seguido una trayectoria totalmente plana hasta hoy. Evidentemente, esa tendencia se ha visto sacudida por un desplome considerable, cuyo origen no está perfectamente claro, pero podría tener que ver con estas noticias sobre el fracking. La caída está ahora alcanzando la zona de soporte de los 52 $-53 $ y del resultado de la interacción con este rango deberemos sacar conclusiones.
Paralelamente, un análisis de los rangos del RSI desvelaría un ataque a una zona muy delicada. Fases alcistas han respetado el rango marcado en azul, mientras que las caídas han terminado en dos rangos diferentes en función de la intensidad del movimiento. Si perdiésemos la sobreventa azul habría probabilidad importante de acabar en la naranja, lo que vendría provocado por una caída considerable del activo. Esto podría coincidir con una rotura del canal, lo que facilitaría el análisis de objetivos. Por ahora hay que esperar y vigilar de cerca el precio.
Fernando Borreguero
IG España
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